Publicidad

Ecuador, 23 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

“Indignados”, resistencia y política

18 de mayo de 2012

La política había desaparecido de Europa en la larga prosperidad de las últimas décadas. Se la reemplazó por la administración y gestión del capital, por la simple ordenación técnica de las decisiones. Todos los partidos parecían lo mismo, y a la población todos le importaban nada; bastaba con que los buenos dividendos continuaran.

Se impuso eso que Raciere llamó “policía”, con un término demasiado cargado; en todo caso, no había política. No había opciones, debates ni pluralidad de programas y puntos de vista. Bastaba con gozar de la abundancia.
La enorme crisis económica posterior desbarató todo. Y surgieron en España los “Indignados”, que llevan ya un año en su protesta contra los ajustes y la falta de opciones ante la depresión económica.

Esa que lleva a Rajoy a salvar a los bancos con tanto dinero como el quitado a salud y educación, en sintonía con las órdenes que Merkel sostiene como gobernanta de hecho en toda Europa. Emperatriz del ajuste, el hambre y la desocupación, como recetas restrictivas típicas de las derechas y de los organismos de crédito en tiempos de escasez.

Los “Indignados” resisten la política existente, pero no organizan claramente políticas alternativas. Más allá de la mínima coordinación de las manifestaciones, no promueven alguna modalidad organizativa que ponga a la defensiva a los políticos del ajuste.

Es que son demasiados años de apoliticidad, de individualismo craso, de desorganización colectiva. Quizá la profundización del ajuste económico con sus terribles consecuencias sociales, lleve en plazo no largo a una superación de la indignación, la cual es un primer momento de la política, un motor de la acción, pero no configura aún organización ni posibilidad de encuadramiento masivo de la protesta (y menos aún de una opción diferente).

Si miraran a América Latina, verían en naciones como Ecuador, Bolivia, Brasil o Argentina algunas decisiones políticas a proponer para sus países. Lo han dicho economistas como Kruger o Stiglitz. Pero es difícil que lo adviertan: la mirada etnocéntrica se ha impuesto en estos países, como rémora de sus tiempos de abundancia. Y, lamentablemente, no advierten que existen modelos económicos de salida muy diferentes a los del achicamiento constante y la creciente desactivación de la demanda.

Contenido externo patrocinado