Haber estudiado y vivido en México me posibilitó conocer por dentro a su sociedad. Es un país de contrastes. En la política, hasta el año 2000, gobernó el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hasta que el Partido Acción Nacional (PAN) ganó la Presidencia, con Fox, desplazándolo del poder que tuvo el monopolio del gobierno durante 71 años. En la economía, en las principales ramas, hay oligopolios y duopolios, pero también este tipo de estructura se mantiene en los medios televisivos donde domina la cadena TELEVISA compitiendo con Televisión Azteca (UNIVISIÓN). Las dos empresas tienen el poder mediático en TV.
Este país tiene buenas universidades. La Universidad Nacional de México (UNAM), es prestigiada, gratuita y pública. En las privadas hay varias como la Universidad Iberoamericana, Tecnológico de Monterrey, Colegio de México, Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), etc. La primera, es un centro de educación en el cual solo tienen acceso los grupos de altos ingresos. De ésta, TELEVISA produjo el programa “El chavo de la Ibero”, protagonizada por Luis de Alba, cuyo personaje representaba al estudiante rico que trataba despectivamente a los que no eran de su clase social. Hago referencia a este programa porque dicha universidad organizó un foro con los candidatos presidenciales al que asistió Enrique Peña Nieto del PRI.
Los estudiantes de esa universidad abuchearon a dicho candidato. Conformaron un movimiento Yo soy 131, al que se unieron estudiantes de otras universidades privadas y públicas, creando #Yosoy132, cuyo manifiesto señala “es momento de que pugnemos por un México más libre, más próspero y más justo… Queremos que la situación actual de miseria, desigualdad, pobreza y violencia sea resuelta. Una condición necesaria para corregir esta situación es empoderar al ciudadano a través de la información para que pueda exigir y criticar a su gobierno, a los actores políticos, a los empresarios y a la sociedad misma”.
Fundamentalmente buscan la democratización de los medios de comunicación para garantizar información transparente, plural e imparcial; libre competencia en los medios de comunicación, en particular en el duopolio televisivo; un código de ética para los medios; presencia de medios de comunicación públicos, y garantizar información para el proceso electoral. En la primera asamblea de este movimiento (conformada por 54 universidades) se ha declarado como apartidista y antineoliberal.
Los estudiantes han organizado marchas y protestas contra TELEVISA y el PRI. Es un despertar de la juventud mexicana, que está cansada de la desigualdad, corrupción, violencia, control social y poder mediático que hubo cuando el PRI estuvo en el poder. Las demandas, en cuanto a medios, van contra TELEVISA a la que acusan de favorecer la candidatura presidencial del PRI. Exigen que el segundo debate de los candidatos sea realizado en cadena nacional que, dada la presión estudiantil, TELEVISA y TV AZTECA han aceptado trasmitir. La fuerza del poder estudiantil y ciudadano está presionando a los poderes por cambios hacia más democratización, transparencia de los medios de comunicación, inclusión social, etc.