Toda sociedad requiere construir íconos referentes, que nos guíen y construyan la autoestima colectiva, el respeto a nuestra propia identidad, cultura, valores, creencias, por los logros alcanzados, que serán parte de nuestra realidad e historia, que impulsan a la sociedad a prosperar, rompiendo el ciclo de la pobreza, el negativismo y desánimo. Esos héroes nos contagian de optimismo, alegría, paz y satisfacción que fortalecen nuestra nacionalidad.
Las políticas públicas son las herramientas que orientan el destino que daremos a los recursos económicos escasos, para invertirlos en proyectos sostenibles, que generen la más alta rentabilidad social, como prioridad y rentabilidad financiera complementaria en lo posible.
Las artes, la cultura y el deporte en todas sus formas de expresión deben formar parte del “Plan Nacional ACD”, donde planifiquemos obtener los resultados exitosos. Para esto se requiere voluntad política, conocimiento de la realidad e identificar a todos esos héroes anónimos y deportistas de élite, para construir el inventario nacional. La búsqueda es en todo el país, usando la metodología puerta a puerta, igual como el príncipe que buscó a la Cenicienta, sin darse por vencido, hasta encontrarla; abrir el plan de inscripciones por Internet y evaluar a todos. Con la tecnología cruzar la información, descremando la corrupción, hasta encontrar a los mejores hombres y mujeres, formando al equipo titular y suplente de calidad, en todas las áreas, sin exclusiones, preparando a la generación actual y los relevos generacionales.
Será que soñamos y vemos más casas integrales de artes, cultura y deporte, en vez de correccionales de menores, donde recuperamos y formamos a los nuevos ciudadanos. También debemos focalizarnos en las actividades que tenemos posibilidades reales, optimizando a nuestras plurietnias en deportes que a veces no son masivos, además de los tradicionales. Podremos contar con equipos de remeros, lanzadores de jabalina, tiro con arco, corredores de élite salidos del páramo y el Oriente. No siempre lo mejor está a la vista, y a veces lo tenemos al frente y no lo vemos.
El asignar $75.000 a 86 deportistas de élite para su preparación a las Olimpiadas de Londres 2012, en 17 disciplinas, es memorable y una forma de construir íconos referentes. Esto recién empieza, el trabajo es arduo y la recompensa será grandiosa.