La historia se escribe en el marco de la cultura dominante, que se supone es la única válida y verdadera. Por lo tanto, se desconocen las culturas ajenas, generalmente dominadas. En el caso ecuatoriano, la historia de otras culturas aún está por escribirse. Es decir, aquellas correspondientes a los catorce pueblos o nacionalidades que conviven con la cultura mestiza y la europea.
Pero (con perdón de los historiadores) incluso en la cultura dominante se refieren los hechos relativos a los procesos políticos de los Estados, y se cuenta poco sobre los propios usos y costumbres, creencias, creaciones, interpretaciones, que han tenido las gentes comunes a través de la historia. Algunas disciplinas, como la antropología, iniciaron el estudio de las costumbres y comportamientos de ciertos grupos humanos ajenos, abordándolas como novedosas, sin estudiar las de su propio grupo.
Los historiadores no han abordado suficientemente los aspectos subjetivos culturales, como la propia identidad grupal, las limitaciones a su libertad, las características de su vida afectiva, los valores que llevan a las acciones de su voluntad individual y colectiva, las concepciones sobre el trabajo ligado al descanso, la creación artística, la recreación. Se desconocen así los valores propios de cada cultura.
La forma de vida de grupos ajenos no ha sido conocida ni aceptada por los grupos dominantes. Apenas se conocen las características de su alimentación, vivienda y vida familiar, su trabajo, y se desconoce su conciencia colectiva, que tiene autonomía relativa en relación con la influencia social del Estado. Esta conciencia colectiva perfila las conductas sobre las necesidades corporales materiales. El metabolismo, la sexualidad y procreación, el trabajo y el descanso, son necesidades objetivas materiales que dependen de lo cultural grupal, aún poco conocido.
Quienes se hallan hoy en la sala VIP del aeropuerto tienen una cultura diferente de aquellos que emigran sin poder usarla, y de quienes los despiden desde afuera. Los primeros se consideran personas cultas. Los que viajan pronto conocerán culturas diferentes y sentirán los valores de la suya. Los que despiden, de ancestro indígena del sector rural, tienen su propia cultura, aunque sean considerados incultos por los primeros. El celular, la TV por cable, la internet, son, como los zapatos Nike, muy ‘populares’ entre los tres grupos.
Hoy se vive una nueva relación intercultural, sobre la que los historiadores seguramente estarán tomando nota.