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El Telégrafo
Jean Pierre Michelet

Sinfonía de motores

Hamilton y Rosberg, intocables

Sinfonía de motores
16 de abril de 2014

Hace dos semanas se llevó a cabo la tercera fecha válida por el Campeonato Mundial de Fórmula 1, el Gran Premio de Bahrein, cuyo circuito  de Sakhir podríamos decir que fue el escenario de dos carreras que se disputaban simultáneamente: por un lado la de los pilotos Mercedes, que pugnaban por el primer puesto con varios ‘mano a mano’ o ‘rueda a rueda’, de los cuales salió victorioso Lewis Hamilton; y por otro lado la carrera de ‘los demás’, para quienes solo el tercer puesto podía ser su máxima aspiración. En efecto, la superioridad de los Mercedes fue tal sobre este suelo árabe que desde las primeras prácticas se pudo constatar que los autos alemanes eran más de un segundo por vuelta más veloces que sus inmediatos perseguidores.

La primera ‘batalla’ del fin de semana, es decir la clasificación del sábado para ordenar la grilla de partida, esta vez la ganó Nico Rosberg al lograr la ‘pole position’ por apenas una décima de segundo sobre Lewis Hamilton, autor de las dos primeras ‘poles’ del año. No obstante, tras la señal de arranque, fue Hamilton quien tomó la punta para no soltarle hasta el final, pese a las innumerables arremetidas de Nico tratando de recuperar el primer puesto. De hecho, en 4 oportunidades, Rosberg consiguió poner su bólido por delante del de Lewis, pero este inmediatamente le recuperó la posición en lo que fue un duelo fantástico que tuvo a todos los espectadores alrededor del mundo atentos al desenlace final del Gran Premio, ya que incluso en la última vuelta Rosberg a punto estuvo de superar a Hamilton, quien por su parte nos dio una cátedra de conducción a la defensiva, sin perder la cabeza y sin perder velocidad al mismo tiempo, una condición que muy pocos pilotos en el mundo disponen y que justamente diferencian a un gran piloto de un gran campeón.

Este inicio de temporada ya me empieza a recordar el fantástico duelo Alain Prost/Ayrton Senna en el que, con estos dos ases del volante, McLaren ganó 15 de las 16 carreras del campeonato (8 para Senna, 7 para Prost) en 1988, ya que, si la supremacía de Mercedes se mantiene de esta misma manera sobre el resto de escuderías durante todo el año, sin duda que es muy posible que esta marca se repita. Luego de constatar desde las pruebas invernales que el motor Mercedes tiene un ‘superávit’ de aproximadamente 80 caballos de fuerza más sobre los motores Ferrari y Renault; en una pista tan rápida como la de Sakhir en que el motor acelera a fondo durante el 64% de la vuelta debido a sus largas rectas y amplias curvas, era de esperarse que todos los autos propulsados por el motor alemán iban a estar peleando las primeras posiciones. Y en efecto, así sucedió: en clasificaciones tuvimos a los 8 motores Mercedes entre los 11 primeros; y en carrera, salvo por el pobre rendimiento de los McLaren, que además en carrera abandonaron por fallas técnicas, los dos; de igual forma tuvimos a los 6 motores Mercedes restantes entre los 10 primeros, con la fantástica actuación del mexicano Checo Pérez, que al mando de su Force India-Mercedes terminó tercero, por lo tanto, con el derecho de subir al podio escoltando a Hamilton y Rosberg.

Su coequipero Nico Hulkemberg fue 6° con el otro Force India, y finalmente también con motores Mercedes tuvimos a los Williams de Felipe Massa y Valteri Bottas, 7° y 8°, respectivamente.

Así entonces, los únicos que lograron mezclarse entre los autos propulsados por motores Mercedes fueron los Red Bull, con Daniel Ricciardo finalizando 4° y el actual campeón Sebastian Vettel, que por su parte tuvo algunos problemas electrónicos que le impidieron recibir bandera a cuadros mejor que 6°. Esto simplemente indica que el Red Bull RB10 es mejor o al menos tan bueno como el Mercedes en prestaciones puras, nos referimos fundamentalmente al diseño aerodinámico, puesto que se nota claramente que el Red Bull es muy eficiente en las curvas, sobre todo en aquellas de alta velocidad, pero se ve fuertemente penalizado en velocidad de punta en las rectas y en aceleración a la salida de las curvas debido al déficit de potencia del motor Renault, algo que también le sucede al motor Ferrari, con el agravante de que los nuevos Ferrari, a nivel de chasis, tampoco son los mejores. De esta forma, entonces, con un motor que no empuja lo suficiente y un chasis que no trabaja correctamente en la pista, imposible pensar en ser protagonistas.

De hecho, el 9° puesto de Alonso y el 10° de Raikkonen en Sakhir confirmaron que el nuevo F-14T está muy lejos de ser un auto ganador. Veamos si en Maranello los ingenieros logran el milagro de reducir el segundo y un poquito más que los separa por vuelta de los Mercedes. Y cuando hablo del ‘milagro’ hablo en serio, porque conceder un segundo por vuelta a un rival en F1 es, sin duda, una eternidad. ¡Hasta la próxima!

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