Pocas personas llegan a la excelencia en lo que realizan, muchos se quedan en la mediocridad y otros en la subsistencia y fracaso. ¿Por qué unos llegan a ser excelentes científicos, profesionales, futbolistas, tenistas, músicos, pintores, etc. y otros no? Las causas pueden provenir de diversas fuentes: económicas, sociales, genéticas y porque, de acuerdo con M. Feldenkrais, “el aprovechamiento de solo el diez por ciento de nuestra capacidad cerebral es una limitación heredada del pasado.
La mayoría de las personas construye sus vidas alrededor de los picos de su aprendizaje orgánico; este es el origen de sus limitaciones y de la mala utilización de sí mismos”. Un excelente profesional se da “cuando el área del pico solo alcanza al diez por ciento de su capacidad total. Cada uno de nosotros posee uno o dos picos y el resto es solo potencial”.
Muchas personas, en su desarrollo personal, no alcanzaron una adecuada integración funcional (entre sus huesos, músculos y sistema nervioso central) que a veces proviene de su primera infancia y las sensaciones de movimientos resultan afectados y producen dolencias orgánicas y conductuales. Determinadas personas arrastran problemas por acciones no cumplidas en su debido momento, que se convierten en obstáculos en sus vidas. Se asumen hábitos defectuosos que reducen sus expectativas y las de los demás.
La mayoría de las personas está atrapada, es esclava de hábitos defectuosos que les impiden explotar sus potencialidades. Para resolver el problema, no es suficiente la fuerza de voluntad, los premios, castigos o amenazas, si el niño, adolescente o adulto no es consciente de sus hábitos defectuosos y practica los excelentes, que le permitan superar sus problemas y malos hábitos.
Para cualquier persona lo más difícil es cambiar de hábitos. Lamentablemente la mayoría tiene malos hábitos de estudio, posturales, deportivos, alimentarios y en el trabajo, que disminuyen el aprovechamiento de sus potencialidades. Desde hace treinta años, principalmente con los aportes de M. Feldenkrais, Claudio Naranjo, la programación neurolingüística, el yoga y las técnicas marciales, se ha estructurado la modelación de la excelencia posibilitándonos a que en cualquier campo podamos llegar a ser lo que queremos ser. Si aceptamos la comodidad de nuestros hábitos mediocres viviremos y seremos así hasta la muerte.
Busquemos y pongámonos como país, sistema educativo y como persona,
en manos de los mejores para desarrollar nuestra excelencia personal y profesional.