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El Telégrafo
Gabriel Hidalgo Andrade

Gatopardismo electoral

26 de enero de 2020

El 22 de enero, el Pleno Legislativo se ratificó en algunos temas y se allanó en otros del veto presidencial a la Ley de elecciones, dejando sin solucionar el tema más importante: las circunscripciones electorales.

La mayoría oficialista tiene los votos suficientes para solucionar esta distorsión a la democracia pero prefirió no hacer nada.
La reforma perjudica a la representación de las minorías, exagera la representación de las mayorías y permite tener más curules con menos votos.

Por esta grave omisión, el oficialismo Legislativo será recordado como el responsable de permitir esta trampa electoral. ¿Qué debía enmendar la Asamblea en la reforma?.

Tras el cambio de fórmula de asignación de escaños en el proyecto que sustituyó el Método de D’Hondt con el Método de Webster, muchos creyeron que la asignación sería más proporcional, pero no lo será.

Ambos son métodos que distribuyen los escaños según los promedios mayores de los votos obtenidos por los partidos.

Aunque el sistema de Webster es ligeramente más proporcional, es decir que favorece a las minorías, eso no se notará en circunscripciones en donde se distribuyan 2, 3 o 4 escaños y algo en aquellas en donde se distribuyan 5 o 6. Eso sucede en todas las provincias del Ecuador, salvo Guayas, Pichincha y Manabí que eligen a 20, 16 y 9 legisladores, respectivamente.

Pero precisamente aquí está la trampa. Estas tres provincias están parceladas en 2, 3 y 4 sub provincias que eligen a 3, 4 y 5 asambleístas, consiguiendo que la fórmula que se consideraba ligeramente más proporcional funcione de la misma forma que la denostada fórmula de D’Hondt. Entonces nuestros honorables representantes solo cambiaron un nombre por otro.
 

La Asamblea Nacional no derogó a propósito las circunscripciones electorales y al no hacerlo solo sustituyó el nombre del sistema de asignación. En otros términos, cambió todo para que nada cambie y eso se llama gatopardismo electoral. (O)

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