El factor económico incidirá en las elecciones presidenciales y será uno de los problemas que deberá enfrentar el próximo gobernante. Si bien la Revolución Bolivariana puso el acento en la política social, la economía venezolana enfrenta problemas estructurales y coyunturales.
Entre los primeros está el modelo petroexportador y rentista, la insuficiencia de la oferta agrícola que limita la soberanía alimentaria, la insuficiente oferta de energía eléctrica, etc.
En 2009-2010 la tasa de crecimiento fue negativa, recuperándose en 2011 -2012 con variaciones de 4,2% y 5,5% respectivamente, que se explica por el aumento de la demanda interna. En efecto, el consumo privado creció 4% y 7,7% y el gasto público 5,9% y 6,2% respectivamente. El sector no petrolero fue el más dinámico, siendo las ramas de mayor crecimiento: construcción pública, vivienda popular y banca. Esto permitió que la tasa de desempleo sea baja (8%). Debido a la política salarial, el salario real aumentó entre 2005-2008, pero con la inflación de los años siguientes ha venido deteriorándose.
Hay tres problemas económicos coyunturales críticos. Uno, es la alta inflación. En efecto, en 2011 fue de 27,6% y en 2012 alcanzó 19,9%, pero sigue siendo elevada, explicada por la expansión monetaria, demanda interna y la devaluación. Se buscó frenar la inflación con una política de precios máximos y abastecimiento de productos alimenticios importados directamente por el gobierno. Hay un problema de escasez de alimentos, a pesar de los almacenes de distribución estatal de bienes básicos, que afecta a sectores populares.
El segundo es el creciente déficit fiscal (2009, 8,2% CEPAL), debido al incremento del gasto público (alrededor del 26% del PIB en 2008-2009) e ingresos públicos que no crecen al mismo ritmo. No hay datos del déficit global, pero el déficit del Gobierno Central fue de 3,8% en 2012, se estima que el primero alcanzará 9%. La presión fiscal es baja (11% en 2010). A eso se agrega el aumento de la deuda pública. De seguir esta tendencia, habría un ajuste fiscal.
El tercero es el problema cambiario. Existe un sistema de tipo de cambio múltiple: uno oficial y otros más elevados a éste. El tipo de cambio paralelo es 4 o 5 veces el oficial. Hay una sobrevaluación cambiaria (apreciación) que abarata los bienes importados y encarece los de exportación, que a largo plazo deteriorarán al sector externo. Dado el escaso desarrollo de la industria liviana y de la agricultura, gran parte de los bienes y servicios son importados. Sin embargo, como se registró un boom del oro negro, el aumento del consumo e inversión, que en su mayor parte es importado, no afectó significativamente el saldo comercial, pero la balanza global tuvo un déficit en 2012.
A pesar de esto, Maduro puede ser elegido con el apoyo de los sectores populares, pero sin el respaldo de parte de la clase media. Pesará la redistribución de la renta petrolera hacia esos sectores y el legado e idolatría a Chávez.