La muerte de Hugo Chávez deja abierta la interrogante de la continuación o no de la Revolución Bolivariana. Los partidos Acción Democrática (AD, socialdemócrata) y COPEI (socialcristiano) sostenían el modelo petroexportador que redistribuía los excedentes petroleros hacia los grupos económicos, trasnacionales y banca. En diciembre de 1988, ante una crisis económica, el presidente Carlos Andrés Pérez (AD) dicta medidas como la liberación de las tasas de interés, del tipo de cambio, aumento de precios de productos, de servicios públicos, de la gasolina y derivados, etc., recomendadas por el FMI. La reacción del pueblo venezolano fue el llamado Caracazo, levantándose contra esta política neoliberal. Rafael Caldera (COPEI) siguió la misma política económica concentradora del ingreso y de exclusión social. Esta partidocracia y el poder mediático, mantenían este modelo y cuando sobrevenían las crisis económicas las hacían pagar a la población.
Chávez, desde que es Presidente en 1999, aplica una política redistribuidora del ingreso y de reducción de la pobreza. Por ello se enfrenta a estos poderes, convoca a una Asamblea Constituyente que aprobó una nueva Constitución y llamó a nuevas elecciones siendo reelegido.
Dicha Constitución estableció una serie de cambios. Entre ellos, la garantía a los derechos ciudadanos por parte del Estado, enfatizando los sociales y el apoyo a la economía social y alternativa. Reserva para el Estado de los recursos naturales y otros sectores de carácter estratégico. Con la Constitución y los poderes especiales se aprobaron una serie de leyes o reformas al código de trabajo, finanzas públicas, política monetaria, defensoría pública, de tierras, de hidrocarburos, de pesca, etc. Aumentó la participación del Estado en la economía, la regulación, la inversión y el gasto público creció, principalmente el social; nacionalizó empresas en el sector manufacturero, agrícola y eléctrico, etc. Esto generó conflictos con los grupos de poder e intereses corporativos.
Chávez rechazó la política económica neoliberal, aplicando una que priorizaba lo social garantizando el acceso de la población a la educación, salud y vivienda, y para ello creó las llamadas misiones, a fin de que estos servicios públicos y otros llegaran a las mayorías, que proporcionaban atención a discapacitados, a niños de la calle, educación para el trabajo, subsidio a los pobres y a los alimentos, apoyo a la microempresa y cooperativas. El resultado fue una impresionante reducción de la pobreza a la mitad (2003 – 2011).
En síntesis, Chávez, si bien mantuvo el modelo petroexportador, aplicó una política económica alternativa que redistribuyó el excedente petrolero hacia los sectores populares. Desarrolló una política de integración y de solidaridad con países centro y latinoamericanos. En este proceso cometió algunos errores, en el área económica, que ahora se manifiestan en desequilibrios macroeconómicos (déficit fiscal, inflación, devaluación). Por otro lado, no se preocupó por preparar cuadros y su relevo. Pero su liderazgo y apoyo popular ha demostrado que es posible una vía alternativa al desarrollo en función de las mayorías. Su obra y el apoyo de éstas, marca una posible continuidad de la revolución bolivariana.