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El Telégrafo

Federer cambia de raqueta

20 de julio de 2013

La noticia tenística más comentada en el mundo entero esta semana es  el cambio de raqueta de Roger Federer. El maestro suizo ha jugado durante toda su carrera profesional con la Wilson Pro Staff, con una cabeza de 90 pulgadas cuadradas, es decir con un área de golpeo bastante menor que la mayoría de las raquetas que usan sus rivales en la actualidad. Para darnos una idea, Djokovic juega con una raqueta con cabeza de 98 pulgadas cuadradas, mientras que Nadal cuenta con una superficie de 100 pulgadas cuadradas.

Esta diferencia en las dimensiones significa que Roger debe ser mucho más preciso en sus impactos; además, toda raqueta tiene una zona del encordado donde genera más poder, en inglés se conoce como “sweet spot“ y comienza en el centro de las cuerdas y disminuye a medida que se aleja del centro, por ende a menor tamaño de la cabeza de la raqueta, más pequeña es esta zona.

La nueva “arma” de Roger tiene un área de 98 pulgadas cuadradas  y el patrón del encordado de la  raqueta  es el mismo de la anterior, 16 cuerdas verticales por 19 cuerdas horizontales. Pero al ser más grande la cabeza del nuevo modelo,  la separación entre las cuerdas es mayor  y, además de mayor potencia, podrá generar más rotación y más efecto en su pelota.

La nueva “arma”
de juego de Roger  tiene un área de 98 pulgadas cuadradas
Mientras Federer se mantuvo en la cima del tenis mundial, no tenía motivos para pensar en un cambio, no tenía lógica cambiar  algo que funcionaba y con su récord de semanas como # 1, 17 títulos de Grand Slam y 77 torneos ganados durante su carrera con una raqueta que prácticamente no había sufrido transformaciones, más allá de algunos cambios cosméticos durante ese período.

Hace algún tiempo, varios expertos comenzaron a opinar que Federer se podría beneficiar del cambio a una raqueta de cabeza más grande, pero los tenistas en general, cuando encuentran una raqueta con la que se sienten cómodos, son reacios a probar un modelo diferente.

Pete Sampras jugó durante toda su carrera profesional con un modelo Wilson Pro Staff, con una cabeza de 85 pulgadas cuadradas. Tras su retiro cambió a una de cabeza más grande y se dio cuenta enseguida de que podía haber prolongado su carrera con una raqueta que le permitiera generar velocidad y potencia en sus golpes con menor esfuerzo y menos desgaste físico.

Sampras declaró que cuando cambió a una raqueta más grande golpeaba la pelota con tanta facilidad que sentía como si estuviese haciendo “trampa“. Roger no quiere cometer el mismo error que cometió Sampras y arrepentirse -después de retirarse- de ni siquiera haber probado otra raqueta.

Según sus declaraciones, meditaba el cambio desde hacía algún tiempo, pero no encontraba el tiempo necesario para probar otros modelos, hasta que cayó eliminado prematuramente en la segunda ronda de Wimbledon contra el ucraniano Stakhovsky.

Tras esa derrota, Federer cambió no solamente de raqueta, sino también su calendario de juegos de esta temporada  y, para sorpresa de todos, aumentó dos torneos sobre canchas de arcilla: el ATP 500 de Hamburgo (Alemania)  y el ATP 250 de Gstaad (Suiza), según él porque necesitaba jugar más partidos para encontrar su ritmo de competencia. Pero mucho tiene que ver con la necesidad de probar la nueva raqueta en partidos oficiales, bajo presión, que es muy diferente a probarla en los entrenamientos.

En mi opinión, va a ser un cambio positivo para Federer. Creo que eliminará muchos de los tiros con el marco de la raqueta que han sido cada vez más frecuentes en sus recientes partidos y, si logra adaptarse y controlar el mayor poder que le brindará el nuevo instrumento, no solamente agregará algunos kilómetros extra a su servicio, también le ayudará a contrarrestar mejor las pelotas altas, con mucho efecto, que le juegan sobre su revés a una mano.

Así mismo, podría ayudarle en la devolución de saque, especialmente cuando no tenga mucho tiempo para realizar el movimiento completo y se vea obligado a bloquear la pelota.

Siempre hay un factor de riesgo cuando se cambia de raqueta, especialmente después de utilizar la misma durante tanto tiempo, pero es muy posible que esta transición no solamente prolongue la carrera de Roger, sino que también le ayude a mantener el nivel de excelencia al que nos ha tenido acostumbrados durante tanto tiempo.

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