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El Telégrafo

Este equipo se merece todo

22 de septiembre de 2012

El fin de semana pasado en Lima, el equipo ecuatoriano de Copa Davis aseguró la permanencia en el Grupo 1 de la Zona Americana para el 2013, al derrotar al equipo peruano 4-1 y relegarlo a jugar en la zona Americana 2 el próximo año.

La serie se presentaba bastante equilibrada, los peruanos, aprovechando su condición de locales, escogieron jugarla sobre la cancha de arcilla del histórico estadio Hermanos Buse del Club Lawn Tennis de Lima. Prepararon la cancha con mucha arcilla, lo  que en conjunción con la pelota pesada, el frío  y la humedad de Lima, volvía las condiciones extremadamente lentas.

La idea de los peruanos era sacar ventaja de la mayor adaptación de sus singlistas Duilio Beretta y Mauricio Echazú al juego más lento, de peloteos prolongados desde el fondo de la cancha y a la vez incomodar a Emilio Gómez y Roberto Quiroz, quienes juegan tenis por la Universidad del Sur de California y  compiten exclusivamente en canchas de cemento, donde los puntos se deciden más rápido.

Viajamos desde Guayaquil el sábado 8 de septiembre, temprano en la mañana, Julio Campozano, Juan Sebastián Vivanco (tenistas);  el Dr. Tyrone Flores, médico de la delegación; Byron León, con su máquina electrónica para encordar las raquetas de los tenistas; el argentino Mariano Gaute, encargado de la preparación física; y quien les escribe (como capitán). Esa misma tarde tuvimos el primer entrenamiento  con Julio y Juanse. Roberto y Emilio llegaron a Lima esa misma noche y ya el domingo entrenamos con el equipo completo por primera vez.

Los días previos a la competencia son muy importantes, no solamente para entrenar, conocer la cancha, el viento y la temperatura, sino también para ir consolidando la unión, la armonía, el compañerismo entre todos los integrantes. Los tenistas pasan prácticamente todo el año compitiendo individualmente y eso es lo que hace la Copa Davis tan especial, el formar parte de un equipo, el representar a tu país, colaborar con tus compañeros y dejar de lado el individualismo que generalmente demanda este deporte.

Domingo, lunes y martes entrenamos bastante fuerte a doble turno y ya el miércoles bajamos la intensidad. Esa noche siempre está dedicada a la cena oficial que ofrece el país anfitrión a dirigentes y jugadores de los dos equipos.
Después de cenar nos reunimos en una habitación del hotel para una charla y para anunciar quienes serían los jugadores de singles para el día viernes y la pareja de dobles, teniendo en cuenta que se puede cambiar a los doblistas hasta una hora antes del comienzo del partido el sábado. De igual manera, uno  o los dos jugadores de individuales pueden ser sustituidos el domingo.

El sorteo se llevó a cabo el jueves a las 10:30 en el Lawn Tennis  y la suerte decidió que el viernes  Emilio Gómez, como  #2 de Ecuador abra la serie contra el #1 peruano, Duilio Beretta y a continuación el #1 nacional, Julio Campozano, se enfrente a la segunda raqueta sureña, Mauricio Echazú. Decidí que Emilio fuera el segundo singlista por el nivel que le había visto en los torneos futures de Guayaquil pocas semanas antes y tenía confianza en que nos podía dar el punto contra Beretta. Lo importante era no perder la paciencia, usar bien su derecha, mover al rival, no dejarlo jugar cómodo.

Emilio en este partido demostró que ha madurado mucho, que supo manejar la presión -no es fácil abrir una serie- jugando de visitante en tu primer partido como singlista titular y  más aún recuperarse de la pérdida del primer set tras estar arriba 5-2. Supo darle vuelta, mostrando gran movilidad, buen servicio y un golpe de derecha letal para llevarse el partido 5-7 ,6-2, 6-3, 6-4 y darle un duro golpe sicológico al equipo rival, que no esperaba la derrota de su principal figura.

Desde la tribuna su padre, Andrés Gómez, lo alentaba orgulloso y emocionado. Andrés, coincidentemente cerró su carrera como jugador Copa Davis en un dobles en esta misma cancha, en la cual su hijo comenzaba a escribir su propia historia. Julio Campozano amplió la ventaja 2-0, con mucho aplomo, usando toda su experiencia para doblegar a Echazú 7-6, 6-3, 6-4. El limeño luchó hasta la última pelota, tratando de obligar a Julio a jugar puntos largos, pero se vio superado ante el mejor servicio y mayor variedad de juego del ecuatoriano.

Nos fuimos a dormir más tranquilos esa noche con la ventaja lograda el primer día y con el optimismo de que Julio y Roberto decidirían la serie en el partido de dobles, pero los peruanos salieron a la cancha muy motivados, muy sueltos, con mucha energía y Roberto y Julio nunca pudieron encontrar su ritmo, nunca se pudo quebrar el servicio de los rivales, a pesar de ser una cancha muy lenta y ellos dominaron la red y supieron concretar sus opciones para romper el servicio de los nuestros en varias ocasiones y llevarse el partido 6-3, 6-2, 6-4, provocando la euforia de sus aficionados.

Llegábamos al domingo con ventaja de 2-1, se sentía la tensión, pero al mismo tiempo sabíamos que solamente necesitábamos un punto para definir la serie y ellos estaban obligados a ganar los dos partidos y si bien contaban con el aliento de su público, este también podía ser un factor de presión.

Campozano y Beretta saltaron a la cancha y desde el inicio se notó que el peruano buscaba tomar la iniciativa, atacando el segundo servicio de Julio, siendo agresivo con sus golpes y definiendo en la red. También mostraba buen toque para ejecutar precisos drop - shots. Julio no terminaba de soltarse, pero a base de lucha logró remontar una desventaja de 2-5, para llevarse le primer set en el tiebreak (7-0). Pero Beretta, lejos de rendirse, levantó aún más su juego y ganó los dos siguientes sets 6-4 y 7-5.

La situación se presentaba complicada, pero Julio subió su porcentaje de primeros servicios, comenzó a jugar sus golpes con mayor profundidad y el cansancio hizo presa del sureño, que comenzó a sentir calambres en sus piernas. Julio sacó ventaja de su excelente condición física para ganar los últimos 11 games del partido, dándonos el punto que necesitábamos para ganar la serie y confirmar la permanencia en la primera categoría continental con el marcador final de 7-6, 4-6, 5-7, 6-1, 6-0.

La alegría y las celebraciones se desataron en nuestro camerino con canciones y gritos de ECUADOR, ECUADOR, ECUADOR. Este grupo se lo merece por todo, el trabajo realizado y el esfuerzo desplegado por todos y cada uno de sus integrantes. El quinto partido lo disputaron Roberto Quiroz y Brian Panta. Fue el debut de Roberto en singles, habiendo jugado dobles en tres ocasiones. Después de la tensión normal en su primer partido, Roberto se fue afianzando para darnos el cuarto punto 7-6, 6-1 y dejar el marcador final Ecuador 4 - Perú 1, un triunfo importante para este joven equipo, al que experiencias como las de este último fin de semana solo lo pueden hacer crecer y consolidarse cada vez más.

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