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El Telégrafo

Escuela de formación ciudadana (4)

01 de junio de 2013

Principios y valores del ciudadano en el siglo XXI. Honrado: Aplicado a los ciudadanos que no son capaces de cometer actos contrarios a la moral. El “Che” Guevara expresó: “Si tienes que escoger alguna vez entre un hombre honrado, de cualquier religión e ideología política, y una persona inconsecuente que se dice revolucionaria, quédate siempre con el honrado, ya que dentro de todo honrado hay un revolucionario”. La persona honrada no traiciona a su conciencia, no se la puede comprar.

Digno: Merecedor de algo. Persona respetada y admirada. No tolera actos vergonzosos o humillantes y merece por eso respeto y admiración. No se humilla ante los que tienen poder, los prepotentes y abusadores. El digno no puede ser sirviente.

Integral: Ser una unidad armónica entre nuestro sentir, pensar y actuar.  Aníbal Ponce decía: “Hay algo que jamás perdonan los jóvenes a sus maestros y adultos: la contradicción en el pensar, la incorrección de su conducta”.   

Sencillo: Simple, natural. Hay que ser muy sencillo ante los pobres, los humildes y los miserables. Lo peor es toparse con personas  que adoptan una actitud artificial de superioridad.

Estudiante: Persona que se encuentra siempre estudiando. El mayor ignorante es el cree que ya sabe y por tanto no necesita estudiar. En cada instante debemos aprender y mejorar lo que hicimos ayer.

Sensitivo: Capacidad elevada de percibir sentimientos. Sentir el dolor y el horror ajenos. Afectarse por las injusticias y desgracias de la humanidad. La insensibilidad conduce a la indiferencia.

Participativo: No es suficiente ser consciente de las injusticias, de las corrupciones sino actuar en su corrección. Los ciudadanos deben ejercer sus derechos en el seguimiento de las obras, de los funcionarios públicos y, en el peor de los casos,  conseguir la revocatoria de sus mandatos.

Revolucionario: Cambiar radicalmente una realidad. Suscitar un cambio profundo en una institución, en un país. Lo peor que le puede pasar a una revolución es quedarse en la superficie, en lo aparente, sin ir a las raíces, a lo profundo.
Intercultural: Que respeta, tolera, dialoga, rescata y sintetiza los valores de las culturas. Dice José Martí: “Hacer una síntesis viviente de los valores trascendentales de la humanidad”.

Plurinacional: Reconocer la diversidad de las culturas, pueblos, nacionalidades existentes en el Ecuador y también en América Latina y el Caribe, e integrarnos. Ser un ciudadano con identidades múltiples y asumirlas  protagónicamente en un instante, sin renunciar a las otras identidades.

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