Casi exactamente un mes después de que el Concejo Metropolitano votó a favor de la remoción del alcalde Jorge Yunda, el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) ha confirmado, de forma unánime, que el procedimiento impulsado desde la ciudadanía y llevado delante por el Concejo, cumplió con todos los requisitos y formalidades necesarias para alcanzar en derecho la remoción de Jorge Yunda. En tal sentido, para el TCE, entre otras cosas, resulta evidente que el alcalde ejerció su derecho a la defensa, sin que exista ninguna vulneración al debido proceso, y que tanto la Comisión de Mesa como el Concejo Metropolitano respetaron la normativa legal y constitucional.
A pesar de lo decidido por el TCE, Jorge Yunda ha manifestado públicamente que continuará en el cargo hasta que se resuelva la acción de protección presentada en contra del informe de la Comisión de Mesa del Concejo Metropolitano. Esta medida constitucional ha sido aceptada en primera instancia de forma parcial por la jueza María Belén Domínguez, en un contexto bastante polémico; de un lado, por el manejo descuidado del sorteo de la acción y, de otro, por un desacertado trino de la juzgadora en la red social twitter. A más de ello, vale la pena subrayar que dicha acción se presentó contra el informe de la Comisión de Mesa, documento que no es vinculante para el Concejo Metropolitano, por lo que no me parece posible considerar que dicho informe haya vulnerado algún derecho del señor Jorge Yunda, de tal manera que no se cumpliría con uno de los requisitos fundamentales para que sea procedente la acción de protección.
La revisión de la decisión de primera instancia le corresponderá a la Corte Provincial de Pichincha, sin embargo, para el momento en el que se pronuncie la Corte Provincial seguramente la resolución del TCE ya se encontrará ejecutoriada, por lo que en un hipotético fallo favorable a Yunda, la decisión se convertiría en inejecutable, más aun considerando que la acción de protección se limita al informe de la Comisión de Mesa y no a la decisión del Concejo en pleno, cuya validez ya ha sido ratificada por el Tribunal Contencioso Electoral.
Así las cosas, a la fecha, más allá de que Jorge Yunda se niegue a abandonar la Alcaldía, no parecería existir una vía legal que le permita mantenerse en el cargo, por lo que sólo es cuestión de tiempo para que Quito tenga un nuevo alcalde y, ojalá también, un mejor presente.