Publicidad

Ecuador, 29 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

En busca de la Patria Grande

28 de noviembre de 2013

Nuestro Ecuador sigue empeñado en la búsqueda de la Patria Grande. Casi a semana seguida asistimos a otro Gabinete Binacional, esta vez con Colombia, y esta reunión con nuestros vecinos del norte tendrá un motivo adicional de alegría: la inauguración del nuevo puente internacional de Rumichaca.

Cuando se inauguró el primer puente, el 4 de marzo de 1920, se encontraron en la línea de frontera los presidentes Alfredo Baquerizo Moreno, del Ecuador, y Marco Fidel Suárez, de Colombia, en un acto de alta significación, que ratificaba y celebraba los resultados del Tratado de Límites de 1916, conocido en la historia como Tratado Muñoz Vernaza–Suárez. Y fue entonces que Baquerizo Moreno pronunció una frase que luego se ha vuelto lugar común en la oratoria republicana: “Un puente más es un abismo menos”.

Esa reunión de 1920 fue tan importante para ambos países que motivó al maestro Emilio Murillo (1880-1952), un legendario músico colombiano, liberal y nacionalista, a celebrar ese encuentro presidencial mediante la composición de un bellísimo bambuco fiestero titulado ‘Rumichaca’.

Hay que indicar que Murillo fue coideario y amigo cercano del poeta Julio Flórez, a quien acompañaba al piano en sus declamaciones poéticas, y también fue autor, según algunos, de la música del pasillo ‘Mis flores negras’, cuya letra es de autoría de Flórez, aunque algunos le atribuyen también su música.

Y cabe agregar que Murillo viajó al Ecuador en 1932, como inicio de una gira que lo llevó por casi toda Sudamérica, y que
aquí contribuyó a renovar la música del pasillo, que originalmente había llegado, en su versión bailable, con las bandas militares bolivarianas.

Volviendo al tema de los puentes de Rumichaca, señalemos que el segundo puente fue construido mediante un acuerdo entre el presidente colombiano Guillermo León Valencia y la Junta Militar de Gobierno ecuatoriana, suscrito en 1966. Y agreguemos que la obra fue inaugurada finalmente en 1973, mientras gobernaba el Ecuador el Gobierno Revolucionario Nacionalista de las Fuerzas Armadas, presidido por el general Guillermo Rodríguez Lara, y dirigía Colombia el presidente Misael Pastrana Borrero.

Esta nueva reunión binacional de gobiernos, dirigida por los presidentes Rafael Correa y Juan Manuel Santos, reafirma el proceso de entendimiento y confraternidad que viene desarrollándose desde hace unos años, después del sombrío período que nubló las relaciones entre ambos países. Y en buena hora que así sea, porque lo que nos une con Colombia es inmensamente mayor que lo que nos separa de ella.

No hay que olvidar que somos hijos de una misma lucha de independencia nacional y herederos de la misma madre grancolombiana, que estamos hermanados por profundos lazos de sangre, historia y cultura, y que vivimos cobijados por la misma bandera tricolor.

Ese es precisamente el espíritu con que, desde el ámbito de la historia, hemos venido trabajando la Academia Nacional de Historia, del Ecuador, y la Academia Colombiana de Historia, en busca de rescatar esas profundas raíces que nos unen desde el pasado, para afianzar la búsqueda de un común horizonte de paz, fraternidad y progreso.

Contenido externo patrocinado