El término “cambalache” significa el sitio donde se compran y venden mercaderías usadas, y también se lo asocia con el trueque o el cambio de un bien por otro. Además, es el nombre del tango, escrito por Enrique Santos Discépolo, en el año 1935, que habla de la corrupción y la mezcla de valores y antivalores, su letra describe la realidad social, vivida en la República de Argentina, muy similar en Sudamérica, como si lo hubieran escrito en estos días. Breve resumen. La ortografía y redacción están elaboradas en el dialecto informal “lunfardo”, lenguaje del tango, del Buenos Aires de antaño.
“¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!... ¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador! ¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, ¡da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón! ¡Cualquiera es un señor! ¡Cualquiera es un ladrón! Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida, y herida por un sable sin remaches ves llorar la Biblia contra un calefón... El que no llora no mama y el que no afana es un gil, que a nadie importa si naciste honrao. Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley...”. Fuente: http://tango.idoneos.com/index.php/Letras/Cambalache
Han degenerado el “espíritu emprendedor” y ejecutan el “cambalache fraudulento”, mal utilizando las metodologías de la investigación de mercado, las encuestas de opinión, las bases de datos, actividades licitas; la presencia de agentes irresponsables, que engañan y mienten, para crear y fortalecer movimientos políticos, para gozar de legitimidad; para realizar campañas políticas, además de beneficiarse de las asignaciones presupuestarias y recoger fondos de patrocinantes. Ahora resulta que el infractor es la CNE, ¿y qué pasa con los causantes de los mismos? Por supuesto que se debe investigar a lo interno, y aplicar las sanciones correspondientes a todos los partícipes en este delito, que afecta la fe pública.
El “fraude” nace en la planificación y ejecución del fraude, mediante el engaño, mal uso de datos e información, y falsificación de firmas, además de violentar la voluntad popular de los ciudadanos. Hasta dónde hemos llegado, ¡la ley del más vivo! Todos los ciudadanos debemos contribuir para aclarar este delito, confirmando si han afectado nuestros derechos de afiliación política, denunciando, para no ser cómplices silenciosos.