No solo se trata de defender una idea noble y justa para la Tierra. Se trata de probar que la Iniciativa Yasuní ITT es un proyecto sustentable, rentable a largo plazo.
Esto es lo que corrobora el libro “La iniciativa Yasuní ITT desde una perspectiva multicriterial”, presentado la semana pasada. El estudio evalúa las distintas alternativas (extraer o no extraer el petróleo) con criterios económicos, sociales, ambientales, culturales, de gobernabilidad e, incluso, en las repercusiones en política internacional.
El estudio contempla las alternativas contrarias y llega a una conclusión contundente: la alternativa Yasuní ITT (plan A) es mejor que las alternativas extractivas y, también, los resultados son consistentes.
Multicriterios quiere decir: muchos criterios que, desde distintas visiones, en este caso científicas, tratan de un solo tema.
En el Yasuní ITT no opinan solo los ambientalistas. También hay el aporte de sociólogos, economistas, matemáticos. Cada uno de los cuatro responsables del libro (María Cristina Vallejo, Rafael Burbano, Carlos Larrea y el autor de este artículo) opinan de modo equilibrado.
Para tomar decisiones más acertadas se necesita de un estudio integral basado en herramientas de gestión precisas.
El análisis “multicriterio” (a diferencia del análisis “costo beneficio monetario” convencional) es capaz de integrar las diferentes dimensiones de la realidad en un solo marco de análisis, para lograr una mirada exhaustiva. Es una herramienta para tomar decisiones que incluyen conflictos sociales y económicos y objetivos de conservación. Confluyen en ella una pluralidad de escalas de medición (físicas, monetarias, cualitativas).
El libro también conlleva una valoración acerca del mismo análisis “multicriterial” y asegura, así, su validez, coherencia y eficacia. Pero este texto también es polisémico: llega al lector invitándole a sopesar varias razones, de distinto orden, para que encuentre, por su cuenta, los múltiples sentidos de la propuesta.
La Iniciativa Yasuní-ITT constituye mucho más que un proyecto conservacionista. Su concreción reta al Ecuador y al mundo a reconsiderar el significado del “desarrollo”; a utilizar y perfeccionar nuevas herramientas de decisión como el anotado análisis multicriterio. Y también a rebasar los estrechos límites de la valoración monetaria y del paradigma del mercado. Nos conduce al campo social. Al respecto, complace conocer el apoyo que tiene en la sociedad ecuatoriana. Se trata del evento más importante del Gobierno en los últimos cinco años, según una reciente encuesta de Perfiles de Opinión. También satisface ver que la Iniciativa fue la portada de la última Time Magazine.
Varias cabezas miran más. Varios criterios son más sustentables que uno. Y, además, ahorran riesgos.