La venta de la marihuana por parte del Gobierno uruguayo abre un debate a nivel mundial. Es un país pequeño, de escasa población, de muy alto nivel educativo y cultural, de muchos y grandes pensadores y, como son muy amantes de la lectura, los libros son muy caros.
Uruguay es un país demasiado abierto: gran parte de sus tierras está en manos extranjeras, es considerado por algunos países como un paraíso fiscal, es un gran casino para los adictos a los juegos de azar y puede convertirse en un paraíso protegido para los consumidores de marihuana. El Frente Amplio en el Gobierno, en el tema de la marihuana ha dado un gran salto hacia atrás y se encuentra en una encrucijada histórica frente a las próximas elecciones presidenciales, que puede terminar con la completa derechización en la línea de un aperturismo total que conduzca a la transnacionalización de su economía y contra la unidad latinoamericana.
Un indicador para saber si es correcto lo que hacemos y si nos encontramos en un buen camino, es tomar conciencia de quienes nos elogian y quienes nos critican. Si en el presente tus enemigos de siempre te elogian y en el pasado te criticaron, quiere decir que ahora estás de acuerdo con los que antes estuvieron en contra. En otras palabras, coincides con los enemigos del pasado, presente y futuro de los pueblos del mundo.
Mario Vargas Llosa, desde hace muchas décadas enemigo de los gobiernos progresistas y de izquierda de todo el planeta, el 29 de diciembre de 2013 expresó en el diario El País, de España, que es “extraordinario”... “la legalización y regulación de la producción, la venta y el consumo de la marihuana”... “Esta política del anciano y simpático estadista que habla con una sinceridad insólita en un gobernante” (se refiere al presidente Mujica)... “Así lo ha entendido el Gobierno uruguayo y hay que aplaudirlo por ello. Ojalá otros aprendan la lección y sigan su ejemplo”.
The Economist, influyente diario inglés en los círculos de dominación mundial desde 1843, elogió al Uruguay como “el país del año 2013” por las reformas emprendidas y entre ellas por la legalización de la marihuana, “reformas para abrir camino, que no solo mejoran una sola nación, sino que podrían beneficiar al mundo entero”.
Los que dominan el mundo y las sociedades, y sus ideólogos, quieren que tan solo una minoría piense y sea creadora, siempre y cuando esté a su servicio, y que las mayorías se encuentren dominadas por adicciones, inseguridades, miedos, sin autonomía y pensamiento crítico, que sean unos borregos.