Publicidad

Ecuador, 24 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

“El retorno de los brujos“

30 de noviembre de 2012

En 1962 apareció la versión en castellano de la obra “El retorno de los brujos”, del escritor Louis Pauwels y su colaborador Jacques Bergier, como muestra del llamado “realismo fantástico”, que en ese entonces y antes de los efectos especiales del cine cautivó con el relato de fenómenos parasicológicos, civilizaciones  antiguas, la actuación de los alquimistas, el esoterismo; en su época se constituyó en un fenómeno editorial sin parangón, ya que sus ventas fueron mayores a los dos millones de libros y posibilitaron el auge de otras ediciones y revistas como Planeta, de los mismos ensayistas franceses; con entregas mensuales de 150.000 ejemplares.

Las críticas de las que fue objeto el volumen y sus autores fueron de diferente cariz, positivas y también negativas,  pero hubo una francamente demoledora contra la publicación, realizada por académicos galos y sociedades racionalistas que la ubicaron para siempre en los estantes de las curiosidades bibliográficas y entregando la posta del tema fabuloso a la industria cinematográfica

Empero, en el Ecuador y en tiempo de elecciones, el regreso de los hechiceros se torna más que palpable, evidente, los  manuales de alquimia política que son el sustento de las entrevistas y presentaciones de noticias en los medios radiales y televisivos mercantilistas, fácilmente compiten con los tomos de Pauwels y Bergier. El fundamentalismo de los y las entrevistadores y de los que repasan los sucesos políticos en esos medios, que pretenden saberlo y resolverlo todo, sea para reducirlo a fórmulas electorales inconcebibles, o para la pretensión de convertir a sujetos  de reconocida mediocridad en estadistas, supera ampliamente la quimera del Grimorio.

Mas, para la salud de la patria, la mayoría de la audiencia de los medios electrónicos integrado por dinámicas madres trabajadoras en las horas tempranas de las mañanas jamás los observan o escuchan, y los pocos que soñolientos lo hacen apenas prestan atención a los menguados intentos de llegar a los centros de poder por tantos candidatos o candidotes provenientes de la partidocracia que “corren” para ser elegidos a las primeras magistraturas de la nación, sin ninguna posibilidad verídica de gobernabilidad o de ser triunfadores en la lid electoral.

En relación a la legislatura, aspirantes sin plan ni programa, para su actuación parlamentaria, buscando los votos sin brújula ideológica y solo resumiendo odio hacia la Revolución Ciudadana, la cuesta les será dura; y otros que requieren “repartirse el plato” de una curul, a pesar de su nula acción e  la Asamblea Nacional, su delirio ambulatorio de reelección es francamente  deleznable.

La reaparición de los adivinos -no confundir con los chamanes cuya cultura respeto- en los órganos de difusión propiedad  de los poderes fácticos, que basándose en la credulidad y generosidad de nuestro pueblo intentan  engañarlo nuevamente, no podrán generar tinieblas sobre la luz de las realizaciones del gobierno de Correa, ni cegar  a las muchedumbres exponiendo sus ruedas de molino de “banqueros buenos”, o de ex presidentes derrocados que ya “saben la lección” ni mucho menos de quienes, disputándose la cola en la contienda, se autodenominan la nueva generación para que olviden su pasado derechista.

El ritual externo para diluir esas antiguas militancias de las que hacen gala en sus comparecencias ante los medios  no convence a nadie, ni siquiera a los viejos y nuevos brujos mediáticos, que regresarán a sus refrigeradas estancias a morder el polvo de la derrota infligida por el poder popular en los próximos comicios generales.

Contenido externo patrocinado