Sabemos que la rabiosa oposición, desde tiempo atrás se encuentra a la caza de cada acto del Gobierno para de inmediato planificar proyectos de persecución sin descanso, bajo el peor de los ánimos de destrucción, para lo cual precisa manipular los datos presentados por el primer magistrado de la nación o por las autoridades que forman parte del régimen. Así, la crema y nata del grupo de herederos del viejo conservadorismo ecuatoriano se dedican por entero a desinformar al pueblo acerca de la propuesta presidencial. Y de paso aprovechan para calumniar canallescamente a toda obra emprendida o desarrollada por el Gobierno. El propósito siempre es el mismo, provocar un caos nacional a fin de lograr un golpe de Estado.
Organizan manifestaciones y concentraciones en varias ciudades del país, en la misma fecha y a la misma hora, siguiendo el modelo de lo que la derecha de Venezuela realiza con las más abyectas intenciones. Con rostros descompuestos por el odio y la rabia, cual fieras salvajes dejan a su paso vehículos incendiados, al igual que negocios asaltados, ventanales despedazados y calles destruidas con sus adoquines rotos, pues ellos les sirvieron como armas para herir a policías que cumplían con su deber. ¿Establecer un diálogo con estos grupos que al parecer han perdido la sensatez y la cordura?... Sin duda que es un propósito perdido antes de haberlo comenzado.
Cualquiera que fuere el tema seleccionado, estos enceguecidos opositores, dirigidos por un banquero-político-exministro de Estado -que bebe los vientos por llegar a la Presidencia de la República para entonces, como él mismo lo afirmara, dejar sin efecto todos los cambios legales que promueven las transformaciones ecuatorianas-, repiten el mismo patrón en busca de un golpe de Estado en nuestro país. Actualmente, el pretexto para toda esta patraña son los cambios que se le hacen a la herencia y por los cuales el 98% de ecuatorianos no pagará nada por este concepto. Los sectores populares no se verán afectados de modo alguno y la clase media, en muy limitada medida, pues solo si la herencia pasara los $ 200.000 el impuesto que deberá ser pagado será muy poco.
Si observamos con cierto detenimiento la forma en que se encuentran integradas tanto las concentraciones como las manifestaciones de la oposición, descubriremos que en su mayoría se encuentran conformadas por gente sencilla, miembros de nuestro pueblo, quienes sin embargo son los más indignados en sus protestas, utilizando un vocabulario soez mientras exigen a viva voz la salida del Gobierno y reclaman por “el robo a las herencias”. ¿Qué fenómeno ha sucedido en estos casos, cuando aquellos que no tienen nada o tienen muy poco, protestan airadamente a favor de los que tienen más, que son quienes los dirigen y les ordenan qué es lo que deben decir o hacer?
Pienso que dentro de la oposición existen tres grupos, el primero está conformado por los más altos miembros de la extrema derecha ecuatoriana, aquellos que tienen sed de presidencia y que hasta ahora no la pueden lograr por los caminos legales. En el segundo grupo se encuentran aquellos sujetos pagados, quienes toman su ‘trabajo’ con gran ‘responsabilidad’, por lo cual son feroces al momento de los reclamos por las calles de nuestras ciudades. Y finalmente, el tercer grupo lo ocupan aquellos que fueron engañados por sus patronos, quienes manipularon la realidad, los convencieron de algo que es una farsa y que la ingenuidad de gente sencilla la aceptó como cierta. (O)