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El Telégrafo
Nancy Bravo de Ramsey

El polémico regalo que Evo le dio al Papa

14 de julio de 2015

Minutos después de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, le entregó al papa Francisco varios obsequios en el Palacio Quemado de La Paz, las redes sociales con la mayor prisa se encendieron a nivel mundial, para referirse en tono de escándalo al sorprendente regalo que el primer magistrado le entregó al Obispo de Roma, esto es una réplica de la talla de Jesús crucificado entre una hoz y un martillo, los conocidos símbolos del comunismo. ¿Por qué Evo prefirió entregar al Vicario de Cristo un regalo tan polémico? Pues creo que en ocasiones las polémicas son necesarias para despertar las conciencias. Y en esta oportunidad quizás aquello es lo que ha sucedido.

Pero además, existe otro importante considerando. La réplica de la discutida talla se inspiró en su original, trabajado por el sacerdote jesuita Luis Espinal, nacido en España y establecido en Bolivia desde sus 36 años hasta cuando murió asesinado por fuerzas paramilitares en La Paz, en marzo de 1980, cumplidos ya los 48 años. Uno de los amigos de Espinal, el también sacerdote jesuita Xavier Albó, ha explicado que en esta obra de arte -cuyo original se encuentra en la sede de la Compañía de Jesús de la capital boliviana-, su autor se refería a la huelga de hambre sucedida en enero de 1978 en la que Espinal participó, junto a las cuatro mujeres mineras y sus 15 hijos, quienes fueron los iniciadores del prolongado acto de protesta, que obligó al dictador boliviano Hugo Banzer a convocar a elecciones nacionales en ese mismo año.

Muy pocas personalidades extranjeras han conocido en Bolivia tanto cariño y admiración como el padre Luis Espinal, quien no solo se limitó a desarrollar su pastoral desde la Iglesia, sino que siempre quiso formar parte de la comunidad, participando de sus problemas y esforzándose para el encuentro de las soluciones más justas. Militante del movimiento Teología de la Liberación, fue un hombre multifacético: cura de barrio, docente, activista de derechos humanos y además periodista, fundó en 1979 el semanario político Aquí, para denunciar la injusticia, la pobreza, las masacres, los exilios, el narcotráfico y la indiferencia de los miembros de la Iglesia. Su denuncia sobre la relación del narcotráfico con la dictadura de Hugo Banzer y la cúpula militar fue el detonante para su secuestro, tortura y asesinato.

La controversial talla del padre Luis Espinal -pero sobre todo no comprendida obra de significado político y social- no fue el único presente que Evo Morales le dio al papa Francisco, durante el encuentro de los dos personajes en el Palacio de Gobierno de La Paz. En efecto, el presidente de Bolivia le entregó a Su Santidad, la máxima condecoración del país sudamericano, el Cóndor de los Andes y la distinción Luis Espinal, así como el Libro del Mar, documento que resume los argumentos históricos, diplomáticos y jurídicos presentados por Bolivia en su demanda a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por la recuperación de su salida al Pacífico. Francisco también recibió de Evo un cuadro de la Virgen del Socavón, patrona de los mineros, así como una lujosa vestimenta adornada con detalles propios de las culturas andinas y una biografía suya. El Papa, por su parte, le obsequió a Evo un mosaico referente al célebre ícono Salus Populi Romani, que a partir de 1611 ocupa la capilla Paulina de la Papal Basílica Santa María la Mayor. Además, puso en manos de Morales la reciente encíclica Alabado seas. (O)

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