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El Telégrafo

El poder ciudadano organizado

08 de mayo de 2012

Para lograr vencer a la inflación y delincuencia en el Ecuador, solamente existen tres formas integradas de hacerlo; por separadas no funcionan, simplemente pierden su poder: 1) Organizándonos gremialmente.  2) Siendo solidarios, responsables con nosotros mismos. 3) Ser perseverantes en cumplir los compromisos adquiridos, para fortalecer el bien común.

¿Cómo logramos que la inflación de productos y servicios se controle y reduzca?

Creando los club de compradores, liderados por el Estado, organizándolos legalmente, para que de forma silenciosa podamos acordar no consumir determinado bien, por tantas horas o días, como mecanismo de presión para que los fabricantes bajen los precios para equilibrar los precios, por ejemplo: las tarifas de la telefonía celular, el costo del arroz, el valor del pan, etc.

Si los ciudadanos, asumen el compromiso de no consumir por el tiempo señalado en la protesta y reemplazar sus necesidades con otro bien sustituto, siendo perseverantes en la decisión de no consumir, repitiendo la acción las veces que sean necesarias, se producirá el milagro llamado “monopsonio” o poder de los clientes consumidores.  Automáticamente los precios de los esos bienes buscarán acercarse al nivel de requerimientos del consumidor, llegando a acuerdos, situación que no sucede ahora, porque los clientes estamos dispersos y no representamos nada desunidos.

¿Cómo logramos que se reduzca la delincuencia y el robo de bienes en la sociedad?

Nadie sensato puede negar que todas las medidas que se están haciendo de forma integrada en el país, como reformar, modernizar la justicia, la elevación de penas, la nueva funcionalidad de los UPC, modernización y construcción de prisiones, la intervención de las FF.AA., junto a la Policía, para reprimir a la delincuencia, la reducción de la miseria y pobreza, la inclusión de los discapacitados y grupos minoritarios, las mejoras en la calidad de la educación y salud, pero la solución determinante ya no puede ser ejecutada por el Gobierno, porque es responsabilidad asumida como postura única por todos los ciudadanos.

Cuando  se decide no comprar nada ilegal, de bajo precio, carente de factura formal, automáticamente se produce otro milagro: al no existir demanda de estos bienes, los ofertantes no pueden vender o truquear sus mercaderías, se desestimula el negocio ilícito y tendrán que dedicarse a otra actividad o buscar trabajo.

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