Publicidad

Ecuador, 23 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

“El papel, la tinta y el odio también mataron al ‘Viejo Luchador’”

01 de junio de 2012

“Los Alfaro son imposibles, si ellos intentan regresar, los liberales, radicales y conservadores nos uniríamos con el gran pueblo para rechazarlos o para incinerarlos si cayeran prisioneros”, se escribió en diario El Tiempo, de Guayaquil, el 8 de enero de 1912. Y el diario oficial La Constitución, de Quito, el 10 de enero de 1912 escribió: “Ayer lo decíamos y hoy reiteramos nuestra aseveración categórica: es imposible la vuelta del alfarismo en el Ecuador.

Y si él viene, será para que el pueblo de Quito haga con esta gente lo que el pueblo de Lima hizo con los Gutiérrez (asesinados, arrastrados y colgados de faroles, en Lima, en 1872”. Días después, el 28 de enero, se cumplieron al pie de la letra las amenazas, Eloy Alfaro y sus lugartenientes fueron, efectivamente, asesinados, arrastrados e incinerados en El Ejido.

Un breve estudio que se acaba de publicar bajo el título “El papel, la tinta y el odio mataron al ‘Viejo Luchador’, breve análisis del rol de la prensa en el asesinato de Eloy Alfaro”,  nos muestra las evidencias de cómo la prensa escrita de la época jugó un papel importante en la generación de un clima de violencia en contra del “Viejo Luchador”.

Los diarios El Comercio, La Prensa, La Constitución, El Tiempo, Fray Gerundio, entre otros, en sus titulares y editoriales publicados en los meses anteriores a la “Hoguera Bárbara”, son la evidencia contundente de la forma en que se manipuló, se desinformó y se incitó a la población. Los periódicos, que respondían, sin duda, a los intereses de los grupos oligárquicos, fueron capaces de generar un clima hostil para terminar con los Alfaro.

A propósito del 5 de junio de 1895, cuando en Guayaquil Eloy Alfaro es nombrado Jefe Supremo ratificando así el triunfo de la Revolución Alfarista, vale la pena recordar que, luego de 17 años,  los ataques, las ofensas y las agresiones contra don Eloy llegaron incluso al extremo de la burla más atroz a través de los anuncios publicados en la sección de avisos clasificados y de caricaturas que a diario satirizaban al “Viejo Luchador”.

Toda la oposición, conservadores, placistas y liberales y medios de comunicación se aliaron para combatir la Revolución Alfarista. Después de 100 años, la historia parece reproducirse. La oposición juntándose (de la derecha a la izquierda) para evitar que un nuevo período de gobierno radicalice el proceso de transformación y cambio.

En una parte del estudio se dice que “los criminales no solo fueron quienes dispararon en contra del ‘Viejo Luchador’ o quienes lo arrastraron salvajemente e incineraron su cuerpo en el parque El Ejido. Los verdaderos asesinos fueron quienes planificaron su muerte y armaron un escenario de convulsión social ficticia e incitaron a decenas de marginales a que consumen la más horrenda y bárbara hoguera”.

Contenido externo patrocinado