Todos los aficionados al tenis saben que al final de cada temporada se disputa un torneo que reúne a los 8 mejores jugadores del ranking ATP. Este evento se llamó durante muchos años el torneo de Maestros o Masters (en inglés). Actualmente se lo realiza en Londres y se llama Finales del Circuito Mundial ATP (ATP World Tour Finals).
Pero poca gente tiene conocimiento del ”otro” torneo de Maestros o finales del circuito Challenger ATP, que se jugó por primera vez el año pasado en San Pablo, Brasil. A este evento clasifican los 7 tenistas que más puntos han conseguido a lo largo del año dentro de los torneos Challengers, mientras que el octavo cupo es para un jugador invitado por los organizadores.
Este 2012 la sede volvió a ser el Gimnasio Ibirapuera, de San Pablo y se repartieron $220.000 en premios. Los jugadores clasificados se dividieron en dos grupos, el verde y el amarillo, en alusión a los colores de la bandera del país anfitrión.
El grupo verde quedó conformado por el brasileño Thomaz Bellucci, número 33 del ranking ATP, principal atracción, favorito del público e invitado por la organización, ya que por su buen ranking no participó en torneos Challenger en esta temporada, sino en torneos del circuito principal.
El segundo mejor clasificado del grupo fue el español Rubén Ramírez-Hidalgo, 34 años. El ibérico es el número 96 ATP, un veterano del circuito que gracias a sus títulos en los Challenger de San Luis Potosí y Túnez volvió a ubicarse entre los 100 mejores del mundo.
El rumano Adrian Ungur (112 ATP) clasificó gracias al título que ganó en su país y a otras 5 finales, mostrando una gran regularidad. No quería desaprovechar la oportunidad de volver al top 100. El cuarto clasificado, el argentino Guido Pella (124 ATP), de 22 años, llegó a este torneo buscando los puntos que le permitirían entrar al selecto grupo de los 100 mejores del mundo por primera vez y el pase automático al cuadro principal del Abierto de Australia a comienzos del 2013.
El grupo amarillo estuvo integrado por Paolo Lorenzi (63 ATP). El italiano es un conocido de la afición ecuatoriana, pues fue finalista en Salinas y Guayaquil este 2012, además de sus triunfos en Cordenons (Francia) y Medellín (Colombia).
Otro tenista de mucha experiencia a sus 31 años, el rumano Victor Hanescu (64 ATP), aparecía entre los favoritos a clasificar a las semifinales. Hanescu, jugador Copa Davis de su país durante muchos años y ex número 26 del mundo, recuperó posiciones en la clasificación gracias a una gran segunda mitad de temporada en el circuito Challenger, habiendo ganado los torneos de Timisoara (Rumania), Banja Luka (Bosnia) y Szczecin (Polonia).
El esloveno Aljaz Bedene (98 ATP), de 23 años, entró este año por primera vez en el top 100 gracias a sus triunfos en Barletta (Italia), Kosice (Eslovaquia), Casablanca (Marruecos) y buscaba su consolidación en el torneo de San Pablo.
Completa el cuarteto el portugués Gastao Elías, de 22 años, considerado hace unos años como una de las grandes promesas del tenis mundial, pero que no ha conseguido llenar las expectativas creadas a su alrededor.
Está ranqueado actualmente en el puesto 144 y es entrenado por el ex Copa Davis brasileño Jaime Oncins. La primera jornada deparó una fuerte decepción para los aficionados locales, cuando por una lesión Thomaz Bellucci debió retirarse frente a Guido Pella. Su reemplazo para los partidos restantes fue su compatriota Thiago Alves (131 ATP).
En el grupo verde obtuvieron la clasificación a semifinales Adrian Ungur, en primer lugar, con un registro de 2 victorias y una derrota, y Guido Pella, con la misma marca del rumano. El grupo amarillo fue ganado por Hanescu, con 2 triunfos y una pérdida, mientras que el segundo puesto fue para Bedene, con los mismos números. Ungur venció a Bedene 6-4, 6-1 en la primera semifinal y Pella dio la sorpresa al superar a Hanescu en dos sets 7-6, 6-2.
Ungur le había ganado a Pella en la fase de grupos, pero el argentino mejoraba con cada partido y buscaba ganar la final que le aseguraría 110 valiosos puntos ATP, que significaban entrar al top 100, al cuadro principal de Australia y $ 84.900, en efectivo.
Y Pella lo supo aprovechar. Usando su gran revés de zurdo y su movilidad se tomó la revancha contra el rumano en tres sets muy difíciles 6-3, 6-7 y 6-4. La victoria le significó una mejora de 27 puestos en el ranking, a la posición 97.
Ungur debió conformarse con el segundo lugar, con 60 puntos ATP y un buen premio económico de $ 39.900, además de escalar 13 posiciones, hasta el puesto 99.
La iniciativa de la ATP de crear este torneo cumple con sus objetivos, que son crear más interés en los torneos Challenger, donde los aficionados pueden asistir a una competencia de gran nivel tenístico, ver a jugadores de mucha experiencia que ocuparon lugares muy importantes dentro del ranking y que intentan recuperarlos, compitiendo contra jóvenes que buscan entrar en la élite del deporte blanco.
Para los tenistas que participan principalmente en torneos de este nivel es un incentivo, una motivación más, un objetivo a lograr a lo largo de la temporada, una recompensa a todo el sacrificio y el esfuerzo realizado.