El 3 de mayo de este año 2013, unos cuantos opositores dijeron que no hay libertad de prensa en el Ecuador. Varios dibujos y frases –colocados sobre un mural– también se refirieron al tema.
En Ecuador los opositores dicen, escriben y dibujan lo que quieren. El asunto está en que las mayorías ya no les creen. La construcción y difusión de “verdades virtuales” van perdiendo terreno porque los ciudadanos y ciudadanas cada día son más conscientes de quiénes mienten y quiénes dicen la verdad. Esa es su verdadera preocupación.
Para establecer la diferencia, tres botones de muestra: en la tenebrosa dictadura argentina (1976-1983) fueron 30.000 los opositores que perdieron la vida, de los cuales, según información de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, 8.961 figuran como detenidos – desaparecidos. Entre ellos numerosos periodistas.
En la oprobiosa dictadura de Pinochet (1973 - 1990) fueron 3.065 los opositores muertos. Entre ellos numerosos periodistas. Así lo estableció la Comisión Valech, en su segundo informe presentado al presidente Piñera.
En la aciaga dictadura de Alfredo Stroessner (1954 – 1989), según el informe de la Comisión de la Verdad y Justicia, 19.862 paraguayos fueron detenidos en forma ilegal; 18.772 fueron torturados; 59 ejecutados extrajudicialmente; 336 desaparecidos y 3.470 exiliados. Entre las víctimas se registran numerosos periodistas.
Da la casualidad de que estas tres dictaduras impusieron –a sangre y plomo- políticas neoliberales.
¿Cuántos periodistas u opositores políticos han sido secuestrados, torturados, desaparecidos, asesinados, por orden del gobierno de la Revolución Ciudadana? De haber casos como los mencionados es de suponer que la UNP, Fundamedios, Freedom House, deben tener a la mano los registros y las pruebas correspondientes. ¿Por qué no los han denunciado públicamente? La respuesta es obvia: porque no existen.
El mural de la UNP pretende posicionar la supuesta falta de “libertad de expresión”, para armar alboroto y oponerse a la nueva Ley de Comunicación que deberá tramitarse en la próxima Asamblea.
El 17 de febrero de 2013 el pueblo se expresó libre y democráticamente: ordenó que el gobierno de la Revolución Ciudadana continuara durante cuatro años más. He aquí el verdadero problema. A las minorías les desagradan los gobiernos que no les obedecen; les agradan gobiernos sumisos, como el que aprobó la “Sucretización”. Como el que fue coautor del feriado bancario. Como aquel que aparentaba ser león y no era otra cosa que gatito faldero del imperio. Como aquel que firmó –sin beneficio de inventario– los TBI que hasta el día de hoy causan graves perjuicios al país.
El invitado principal protagonizó el rol de opositor político, públicamente. Eso, en lenguaje diplomático se llama indelicadeza. Parece que se desempeña mejor como pianista. Dependiendo de la evolución de los acontecimientos, el gobierno ecuatoriano podría ayudarle a organizar presentaciones en Washington.