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El Telégrafo

El mundo al revés

28 de junio de 2013

A partir de diciembre de 2006 la organización WikiLeaks, a través de su sitio web, muestra documentos “con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes”.

Según Suelette Dreyfus, periodista e investigadora australiana, Julian Assange es alguien “con una mente brillante, apasionado por la tecnología y con un gran sentido de la moral política, muy interesado en la obligación que tiene el Estado de rendir cuentas ante los ciudadanos. El concepto de justicia le había fascinado desde siempre. Julian fue un autodidacta, que lo aprendió casi todo leyendo a los clásicos. Su madre me contó que le leía a Aristóteles, Eurípides o Shakespeare antes de dormir”.

Julian ha sido llamado por la Fiscalía de Suecia a dar su versión sobre acusaciones de supuestos crímines sexuales cometidos en ese país. Actualmente se encuentra refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres. Gran Bretaña, que hasta la presente fecha se niega a concederle el salvoconducto.

¿Cuándo -quienes habitamos este planeta- autorizamos ser escuchados en nuestros teléfonos, ser leídos en nuestros correos y redes sociales?Bradley Manning, joven analista de inteligencia del Ejército de Estados Unidos, fue detenido en Bagdad el 26 de mayo de 2010 acusado de filtrar un video en el que se observa cómo desde un helicóptero con tripulantes estadounidenses se mata a un grupo de civiles en Irak, entre ellos dos periodistas de la agencia Reuters. Lo acusan de haber filtrado otros documentos clasificados acerca de las guerras en Afganistán e Irak. Lo acusan -además- de proporcionar a WikiLeaks cables diplomáticos de las embajadas de Estados Unidos alrededor del mundo.

El 3 de marzo de 2011 Manning fue oficialmente notificado de 22 cargos, entre ellos el de “ayudar al enemigo”, que podría traer como consecuencia cadena perpetua o pena de muerte.

A los que ordenaron iniciar las guerras en Afganistán e Irak, el asalto a Libia, la intervención en Siria. A ellos, ¿quién los acusa?  

Edward Snowden, en este mes de junio de 2013, a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post, hizo públicos documentos clasificados como secretos sobre varios programas de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), incluyendo el programa de vigilancia Prism.

En declaraciones al Washington Post, manifestó: “No quiero vivir en una sociedad que hace este tipo de cosas… No quiero vivir en un mundo donde se registra todo lo que hago y digo. Es algo que no estoy dispuesto a apoyar o admitir”.

¿Quién ordenó a la NSA que vigilara a toda la humanidad? ¿En qué momento, los ciudadanos que habitamos este planeta, autorizamos ser escuchados en nuestros teléfonos, ser leídos en nuestros correos y redes sociales?

Los tres valientes jóvenes que denuncian acciones que perjudican a la humanidad entera  son acusados de los peores “crímenes”. Definitivamente, el mundo está al revés.

La verdad se encuentra en terapia intensiva. El derecho a la privacidad falleció; es difícil que pueda descansar en paz.

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