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El Telégrafo

El momento clave

07 de febrero de 2013

Las epidemias aparecen y se comportan de manera inusual y en contra de la intuición. Recuerdan la famosa “patada china” que es realmente conjuntivitis bacteriana. Un estudiante contagiaba a toda la clase y al rato teníamos gran parte de la escuela enferma y luego se extendía por la ciudad. Pero con igual rapidez desaparecía esta epidemia y ni siquiera notábamos su ausencia.

De la misma manera ocurren los grandes cambios en el mundo; en primer lugar son contagiosos, luego el hecho de que pequeñas causas tienen grandes efectos y finalmente que el cambio ocurre no gradualmente sino en un momento dramático. Y es este el momento  clave en el cual el cambio se levanta o desaparece.

El periodista y autor inglés/canadiense Malcolm Gladwell afirma en su libro “El Punto Clave: Cómo las pequeñas cosas hacen una gran diferencia” que las características de la epidemiología pueden describir los procesos de transformación en la sociedad que “necesitan una masa crítica para traspasar el umbral, alcanzar su punto de ebullición”.

Existen tres reglas para que una renovación social se esparza como una epidemia. La primera es  la Ley de los Pocos que en matemáticas se conoce con la Ley de Pareto o del 80/20, mediante la cual el éxito de un cambio social depende mucho del involucramiento de gente con habilidades muy particulares y normalmente escasas; pues será el 20% de estas personas el que provoque el 80% de la reforma.

Esta ley se aplica mediante individuos muy bien conectados en la comunidad, que sean especialistas en proveer información confiable y que sean gente carismática y persuasiva, con gran capacidad de negociación. La segunda describe la necesidad de un mensaje pegajoso que brinde un impacto memorable. Y la tercera nos habla del poder que tiene el contexto en el cual se realiza esta variación, pues el comportamiento humano es sensible y muy influenciado por su entorno.

Es así como las misteriosas alteraciones sociológicas marcan nuestra vida diaria y hacen que el pueblo acepte o rechace un ideario político, una forma de gobierno, una transformación social. Si queremos explicar la popularidad de nuestro candidato-Presidente y su avasalladora campaña para la reelección presidencial y obtención de una mayoría en la Asamblea, debemos entender la metamorfosis que ha provocado la Revolución Ciudadana en el país, especialmente en los pobres y vulnerables. Es realmente una revolución social que fue alertada por los errores de la partidocracia y las clases dominantes, que rápidamente logró la atención del pueblo  y que ha alcanzado su punto culminante en esta contienda electoral.

El Sumak Kawsay es una ideología que ha logrado aceptación popular en forma exponencial mientras las propuestas de la oposición se han desvanecido y son rechazadas por nuestra gente.

Y eso es lo que debemos entender: no solamente elegimos a un presidente sino que verdaderamente adoptamos una doctrina sociopolítica que felizmente ya es mundial.

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