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El Telégrafo
Fabrizio Reyes De Luca

El índice de precios al consumidor

10 de julio de 2014

Conceptualmente, el índice de precios al consumidor (IPC) está asociado al costo que representan los bienes y servicios que los hogares consumen para obtener determinado nivel de satisfacción, por lo que se puede deducir en la medida que la carestía de la vida aumenta, en esa misma medida el fuerte impacto que destruye la calidad de vida de las personas se da en aquellos sectores donde los ingresos son más bajos y hay mayor desempleo.

Para poder entender el costo de la vida es necesario que se conozca el poder adquisitivo de la moneda oficial del país, por tanto, los bancos centrales utilizan el llamado IPC para calcular el nivel de inflación en diferentes períodos, pues a partir de dicho índice es que se logra dar seguimiento a la evolución de la carestía de las cosas en un tiempo determinado. Esto es así, ya que en la medida que sube el IPC, la gente tiene que gastar más dinero de sus ingresos para mantener el mismo nivel de vida, pero si sus ingresos se estancan o disminuyen, su calidad de vida se deteriora.

Entre los economistas, la medición del costo de la vida ha generado una discusión permanente en cuanto a que la metodología para el cálculo del citado índice no es un indicador perfecto que refleja el real nivel de inflación ni mucho menos si la población tiene ingresos suficientes para enfrentar los incrementos.

Es en tales circunstancias que este índice ha generado una incomprensión en la población, que en ocasiones desata su ira cuando se observa una asimetría entre las cifras de los organismos públicos y la realidad que viven en el mercado al demandar los bienes y servicios. Esto significa que la medición del costo de la vida está llena de errores cuando se le colocan números, cuyo fundamento, la teoría económica lo identifica en el hecho de que dicho índice no toma en consideración la capacidad de los consumidores para optar por los bienes que se encarecen en el tiempo. Por ello, pocos creen en las cifras oficiales del nivel de inflación.   

El problema generado por los altos niveles de inflación y su impacto en el coste de vida se arrastra desde la década de 1970 hasta hoy, impulsado por los desequilibrios de la balanza de pagos en las grandes economías, las alteraciones de los precios de los alimentos, la inestabilidad sistemática en los costos de las materias primas y los incontrolables precios del petróleo por motivos políticos y especulativos en los mercados mundiales.

El alto costo de la vida en la mayoría de los países se ha convertido en la causa principal de las protestas ante la impotencia que sufre el consumidor por las alzas frecuentes de los precios, buscando como culpables a los gobernantes, aunque en realidad las causas son múltiples, teniendo los comerciantes una cuota de responsabilidad al fomentar la especulación.

La realidad es que los precios suben y los salarios se estancan, por ende, la calidad de vida se deteriora y eso ha provocado que vivamos en una era de expectativas limitadas.

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