En un viaje que realicé a Ginebra, Suiza, compré chocolate y, para mi sorpresa, la etiqueta indicaba que fue elaborado con cacao de Ecuador y de Ghana. Este país y Costa de Marfil son los grandes productores mundiales de cacao corriente y fino y de aroma, pero nuestra nación es la mayor exportadora de éste último, con el cual se fabrican chocolates de excelente calidad.
En la década de los veinte, del siglo pasado, Ecuador fue un gran exportador de cacao, principal producto de comercio exterior, en esa época, con el vigente modelo agroexportador, caracterizado por exportar productos primarios (materias primas). Los dueños de las hacienda cacaoteras, de ese entonces, eran los ricos, los llamados gran cacao, muchos de los cuales vivían y realizaban turismo por Europa (Francia). Tal es así, que a Vinces se la conocía como París chiquito, pues ahí se producía buena parte del cacao del país y residían los grandes hacendados.
Actualmente, la fama del cacao del Ecuador se debe al cacao fino y de aroma que es la materia prima para elaborar chocolates finos. Sin embargo, la mayor parte del cacao ecuatoriano es exportado en grano, o sea con poco valor agregado, siendo pequeñas las ventas externas de torta, manteca, licor de cacao, etc. Pero, han surgido algunas empresas y asociaciones nacionales que fabrican chocolates finos.
Tal es así, que la empresa ecuatoriana Pacari ganó, en 2012, diez medallas de oro y plata, del International Chocolate Awards, en Londres, además de los once premios recibidos en la ronda America’s International Chocolate, celebrada en New York. Hay que probar, los invito a hacerlo, este chocolate, pues tiene exquisito sabor y aroma, así como el de marcas ecuatorianas: Hoja Verde, Caoni, República del Cacao (productoras de chocolate negro); Noiz, Valdivia, Kallari (asociación indígena), etc.
Recientemente viajé a Vinces y visité la Corporación de Organizaciones Campesinas, la Pepa de Oro, conformada por algunas asociaciones agrícolas que producen chocolate negro, con cacao fino y de aroma, que además es orgánico y de excelente calidad.
En buena hora que el Ministerio de Relaciones Exteriores impulse la formación de la Organización de los Países Productores de Cacao Fino o de Aroma, el MAGAP ejecute el programa de reactivación de este tipo de cacao y se haya organizado, en Guayaquil, bajo el auspicio de Anecacao, la Cumbre Mundial del Cacao para tratar sobre temas técnicos, comerciales y ambientales. Hay que incentivar el consumo interno, la exportación y promoción internacional, con participación de las embajadas, mediante ferias de negocios, establecimiento de empresas como Café Valdez, campañas de promoción del producto en las principales ciudades del mundo (como hizo Colombia con su café), ferias alimenticias, eventos de demostración, en varios países, como el realizado en Argentina, para la degustación de café y cacao ecuatorianos, ante empresarios y comercializadores de cadenas de distribuidores y supermercados. Hay que mostrar al mundo que tenemos el mejor cacao y chocolate, digno de ser llamado el manjar de los dioses.