El 30 de noviembre se definirá en segunda vuelta la presidencia de Uruguay y la mayoría en el Senado de ese país. Todas las encuestas dan como ganadora a la fórmula del Frente Amplio, que obtuvo la mayoría (48%) en la primera vuelta. El binomio integrado por el médico y político Tabaré Vázquez y por Raúl Sendic, graduado en Genética Humana en Cuba, aspira a continuar en un tercer período el impulso dado al país desde 2010.
Es conocida la trayectoria que permitió a esta nueva organización -fundada en 1971 y que tuvo a su cabeza al líder histórico general Líber Seregni- llegar al poder. Constituido por un número considerable de organizaciones y partidos de izquierda, el pluralismo existente en sus filas se demuestra en las elecciones internas que permitieron la presencia de Pepe Mujica en las anteriores junto al centrista Danilo Astori, mientras que para el nuevo período catapultaron a Raúl Sendic, con el 50% de los votos, para la segunda magistratura. Cabe destacar que este no contaba con el apoyo del presidente Mujica; no obstante, al momento de haber ganado la nominación, el mandatario hizo explícito su beneplácito para el hijo de su compañero de guerrilla, cuyo nombre lleva. Respecto del Dr. Tabaré Vázquez, poco puede añadirse: fue intendente de Montevideo y luego presidente, con un alto porcentaje de aprobación al fin de su período. En cuanto a Sendic, no es un improvisado: ha sido diputado, ministro de Industrias y presidente de la petrolera Ancap.
Durante los mandatos del Frente, Uruguay ha remontado condiciones de pobreza y desigualdad. Es notorio el bienestar que, según encuestas, expresa el 94% de su población. La pobreza se ha reducido del 34 al 11,5% y la desocupación al 6%, mientras el PIB ha crecido en los últimos años a un envidiable ritmo del 5,5%. En lo social, los avances del culto país han sido notables y aun controvertidos, como en la autorización de la venta libre de la marihuana, el matrimonio igualitario sin distinción de sexo, la licencia para el aborto y el cambio de nombre de las personas transgénero.
El Frente Amplio constituye, a mi criterio, un ejemplo de unidad en la diversidad. Allí converge casi toda la izquierda, representada por los partidos Comunista y Socialista, más una serie de importantes movimientos, que aportan su visión e ideología y que deciden candidaturas a través de comicios internos. Ello no significa que haya estado exento de fricciones, pero hasta el momento se resuelven en forma democrática al interior.
En los últimos comicios, gran parte del electorado estuvo constituido por jóvenes, que además de manifestar las causas de su adhesión en las mejoras obtenidas, expresaron también una posición clara respecto a la integración sudamericana -pese a los problemas con Mercosur- y a la situación mundial, con un lenguaje que rescataba los principios de los fundadores del Frente, definido como antioligárquico y antiimperialista. Por ello es previsible que la mayoría de la primera vuelta se manifieste en el balotaje y que haya Frente Amplio para rato.