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El Telégrafo

El etiquetado de alimentos y la salud

25 de noviembre de 2013

El Ministerio de Salud y el Coordinador de la Producción dictaron el Reglamento de Etiquetado de Alimentos Procesados para consumo humano,  estableciendo una serie de requisitos que deben cumplir las etiquetas en cuanto a información para el consumidor. La norma determina que se debe señalar los contenidos de azúcar, grasas y sal de los alimentos procesados identificando con color rojo, amarillo y verde según si su cantidad es alta, media y baja.

Esta es una política que se sigue en varios países para enfrentar los problemas de salud pública por el exceso de consumo de estos ingredientes. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), agencia de regulación, dicta medidas para prevenir afectación en la salud de las personas. En el etiquetado de alimentos, exige información nutricional, ingredientes, cantidad de calorías, grasas (saturadas y trans), sodio (sal), carbohidratos, azúcares, proteínas y vitaminas. Además obliga a identificar los aditivos, colores y alérgenos. Si el producto contiene más 13g de grasa, 60 mg de colesterol o 50g de sodio debe acompañar una nota adicional. Esta norma contribuye a la política de salud para prevenir enfermedades como obesidad, diabetes, presión arterial, etc.

Un sencillo ejemplo basta. Una barra de chocolate de 49.9 gramos marca Snickers con almendras, muy popular en EE.UU., trae, en la etiqueta, además del contenido nutricional, información con color verde de la cantidad de calorías (230), grasas (11g), azúcar (27g) y sal (115mg), cumpliendo con las disposiciones de la FDA. ¿Por qué esta exigencia? Pues según un diario ecuatoriano publicado en EE. UU., este país ocupa el tercer lugar mundial de personas con obesidad que tiende a ser provocada por el consumo de comida chatarra y carbohidratos. De este problema se derivan enfermedades como la diabetes, hipertensión y cardiacas.

En nuestro país, las principales causas de muertes provienen de estas enfermedades y lo que han hecho las autoridades, dictando este reglamento, es aplicar estándares internacionales en políticas de salud para prevenir y reducir la mortalidad por este tipo de enfermedades. Es un problema de salud pública, por lo cual las autoridades obligan a los fabricantes de alimentos procesados, a brindar la información sobre los ingredientes a fin de que la población tome en cuenta los riesgos que conlleva el consumo de alimentos con altos contenidos de azúcar, grasa y sal y las enfermedades que se derivan por el consumo excesivo de estos ingredientes. Sin embargo, hay poca cultura, en el país,  de leer etiquetas de los productos, pero los colores de alto contenido de estos ingredientes pueden ayudar.

La medida es un avance, pero es necesario complementarla con un control de la publicidad engañosa y mercadeo de dichos productos para que brinden información fidedigna y veraz sobre los productos. También debe explorarse otras medidas, como acaba de dictar México, gravando con impuestos a las bebidas gaseosas (colas) y comida chatarra, pues este país ocupa el segundo lugar mundial con obesos, que dejó de ser un problema de países desarrollados.

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