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El Telégrafo

El diccionario ya no será machista

06 de diciembre de 2013

La Real Academia de la Lengua anunció la semana pasada que eliminará de la nueva edición, la 23, del Diccionario de la Lengua Española (DRAE) usos (palabras) consideradas como machistas. Según la Academia, se trata de que “el diccionario sea mejor, no menos machista, sino de que lo que diga sea verdad”.

Según definición del propio DRAE, machismo es la ‘actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres’. Y ya sabemos que la Real Academia no ha sido precisamente un espacio de igualdad, basta con señalar que en sus 300 años de historia, apenas 8 mujeres han sido académicas, y actualmente de sus 43 miembros, solo 7 son mujeres.

Así, se eliminará ‘Femenino. Débil, endeble’. Y también ‘Masculino. Varonil, enérgico’. Sin embargo, se conservarán usos como ‘Sexo débil. Conjunto de las mujeres’. Y ‘Sexo fuerte. Conjunto de los hombres’. Además, se eliminará ‘Gozar. Conocer carnalmente a una mujer’. Y así es, pues gozo implica también ‘conocer carnalmente a un hombre’.

Siempre se ha dicho que el lenguaje que se habla en la calle va años por delante del que se recoge en el DRAE. Por ello, lo menos que la Real Academia podía hacer es rectificar esas definiciones claramente machistas. Y debía haberlo hecho antes, y no solo con 14 usos, pequeña cantidad si se supone que existen más de 9 mil usos evidentemente machistas.

Todos estamos porque se elimine el lenguaje machista y sexista, no solo del diccionario, sino del habla oficial y popular, pero no nos hagamos ilusiones, pues tiene sentido forzar las estructuras lingüísticas para que constituyan ‘espejos de la realidad’ cuando en verdad no lo son. Como señala Eulalia Lledó: “Las instituciones pueden legislar sobre el lenguaje, pero las reformas solo funcionan si la mayoría de los hablantes las acepta. La gente nunca consulta a las autoridades antes de abrir la boca”.

Lo cierto es que en ese afán de ‘reivindicación’ de la mujer a través del habla, algunas van al extremo de decir “los miembros y las miembras”, no importa que suene horroroso. Igual lo dicen, pues se trata también de presentar a la lengua como ‘rehén histórico del machismo social’. Con esto no solo que no se reivindica en absoluto a la mujer sino que se afea de tal forma el idioma que produce rechazo. Pero, además, así no habla la gente; así no hablamos cotidianamente.

Como bien ha dicho Susana Cordero, presidenta de la Academia de la Lengua ecuatoriana, aquello de decir los y las (tan presente en los discursos oficiales de hoy), no contribuye a enriquecer el idioma, por el contrario lo afea.

Y, como señala Arturo Pérez Reverte, se trata también de ‘economía y simplificación’; decir de la mejor manera con menos palabras. ¿Para qué decir en cuatro palabras si podemos decir lo mismo en dos?

Pero y más allá del género, el DRAE en su nueva edición conservará definiciones realmente ofensivas para grupos y colectivos, como por ejemplo para el pueblo montubio del Ecuador: ‘Montubio, bia. Dicho de una persona montaraz, grosera’.

Esto sí debe eliminarse. Y la Real Academia debería hacerlo de manera inmediata.

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