Qué hermoso fuera que se hiciera realidad aquel viejo decir popular: “Todo niño nace con su pancito bajo el brazo”. Comprendiéndolo como lo indispensable para la sobrevivencia. Pero solo es una utopía que hay que convertirla en realidad.
En nuestro país, pródigo en recursos naturales que debían generar bienestar a todos los ecuatorianos, solo benefician a grandes empresas extranjeras y nacionales. Tanto es así que menos del 2% de la población detenta el poder económico. Es decir 42 grupos económicos privados acumulan 1.200 empresas, muchas son familiares. Y se dicen cristianos.
Recordemos que Jesús fue hijo de un carpintero que condenó a los ricos y los acusó de verdugos y opresores de su pueblo y de los pobres. “No se puede servir a dos amos a la vez, a Dios y a las riquezas”. “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”. “Si quieres ser perfecto, vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos”. Y es más terminante cuando cae a latigazos a los mercaderes que han convertido su casa de oración en cueva de ladrones.
Adquieren trascendencia aquellas reflexiones, cuando está próxima la llegada a nuestro país del papa Francisco, símbolo de la Iglesia de los Pobres de estos tiempos. El Papa, como sabemos, es el jefe visible de la Iglesia de Cristo. Es su representante en la Tierra. Dispone de diversos medios para expresarse, entre ellos las cartas encíclicas que abordan la verdad acorde con las exigencias de una sociedad en permanente evolución. La última es denominada Carta Encíclica Laudato si (Alabado seas) del padre Francisco sobre el cuidado de la casa común. Publicada el 18 del pasado junio. En su introducción, entre otras cosas, expresa: “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre Tierra, la cual nos sustenta y gobierna. Esta hermana clama por el daño que le provocan a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella”. Es la primera vez que un Papa dedica un documento a la protección medioambiental en vínculo directo a la lucha contra un sistema consumista depredador y por una sociedad igualitaria, más humana.
El Sumo Pontífice visitará América Latina en estos días, el continente más desigual. Previamente, el 26 de junio pasado reconoció oficialmente al Estado palestino, solicitando la solución pacífica del conflicto con Israel. Un nuevo gesto de solidaridad con Palestina que indignó al Gobierno israelí.
Visitará primero a nuestro país el próximo domingo. En un momento crucial, en el que el Presidente de la República está interesado en “redistribuir equitativamente los recursos y las riquezas para con ello acceder al Buen Vivir”, luego de enviar a la Asamblea Nacional dos proyectos de leyes para su trámite y aprobación, los de herencia y de plusvalía, que han sido motivo para que los sectores más pudientes de la sociedad (banqueros, industriales, grandes empresarios, comerciantes) emprendan una campaña de odio entre los ecuatorianos, destinada a desestabilizar al Gobierno. Se ha abierto el diálogo para demostrar que la ley en mención no perjudica a los sectores medios y pobres de la población.
Solo la unidad de las fuerzas progresistas podrá hacer avanzar el actual proyecto democrático, que ha reducido la pobreza y mejorado las condiciones de vida del pueblo.
¡Bienvenido papa Francisco a nuestro Ecuador! (O)