Nos permitimos proponer el modelo de bienestar creado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, previamente a la gran depresión vivida por EE.UU., que se fue perfeccionando con el tiempo, para ayudar a la comunidad. Después del éxito logrado, este sencillo plan se puede aplicar a toda persona y familia, por contener principios universales.
El modelo contempla seis áreas de igual importancia. Se fundamenta en los principios de la autosuficiencia laboral, siendo emprendedor, desterrando la maldición del ocio y la mendicidad. Los líderes eclesiásticos buscan a los pobres y necesitados para ministrarlos.
Área de estabilidad financiera: el ahorro como fundamento financiero para la jubilación y las crisis, evitar las deudas como la plaga, salvo cuando se trata de comprar la casa o vehículo, cumplimiento de la ley de los diezmos, dar ayuda generosa de ayuno para los pobres y necesitados, conservación de nuestros bienes, vivir dentro de los límites del presupuesto de gastos familiares.
Área de estabilidad de educación: Aprender oficios y obtener una profesión logrando el máximo nivel; capacitación permanente, que permita mantenerse actualizado y siempre vigente para laborar. Desarrollar talentos y habilidades adicionales, que permitan generar ingresos extras.
Área de estabilidad física y salud: Vivir la palabra de sabiduría, evitando drogas, licor, cigarrillos, café, té y toda sustancia adictiva, que dañe el cuerpo; comer sano, levantarse temprano y dormir lo necesario. Mantener seguros de salud, mochilas de primeros auxilios y emergencia para catástrofes, cumplir un plan de ejercicios físicos y deportes que permitan conservar la estética y autoestima.
Área de estabilidad laboral: Ser eficaz, eficiente y efectivo laboralmente, sobre la base de oficio y profesión, sustentada en virtudes humanas sobre bases cristianas.
Área de estabilidad emocional y espiritual: Evitar las adicciones, como los juegos, el consumismo, pornografía, el vocabulario sucio, desarrollar las virtudes humanas, participar activamente en su comunidad en programas de servicio en su hogar y al prójimo, además de mantener una vida religiosa equilibradamente activa.
Área de producción y conservación de alimentos: Producir alimentos en el hogar, utilizando huertos, cultivos hidropónicos y colgantes, además de almacenar alimentos secos, ropa, agua y combustibles.