Hace sesenta años, a las cuatro cuarenta y cinco de la mañana del domingo 26, día de carnaval, en Santiago de Cuba, un grupo de jóvenes, liderados por el abogado Fidel Castro R., asaltó el Cuartel Moncada, la segunda fortaleza militar del país. Simultáneamente para apoyar tal acción, lo hicieron con el cuartel Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, provincia de Oriente, para proveerse de armas y dar inicio a la lucha guerrillera contra la dictadura sangrienta de Fulgencio Batista. Para Fidel solo la insurrección armada podía incentivar la movilización de los sectores populares. Como es sabido, ambas acciones fracasaron. Detenido y enjuiciado penalmente, Fidel fue condenado a 15 años de prisión, logrando su libertad mediante la amnistía política concedida por la presión pública.
Ya libre, Fidel creó el Movimiento Revolucionario 26 de Julio el 12 de junio de 1955.
Frente al peligro que se cernía sobre su vida, optó por el exilio. El 7 de julio de 1955 salió hacia México. Aquí conoció al joven médico argentino Ernesto Guevara de la Serna. Con él, Raúl, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida y un puñado de aguerridos insurgentes, inicia, clandestinamente, el más riguroso entrenamiento militar, bajo la dirección del coronel Alberto Bayo, excombatiente de la guerra civil española. Conminados por las autoridades a abandonar el país, 82 jóvenes rebeldes se ven obligados a hacerlo en el “Granma” (significa abuela), un yate de madera, con capacidad para 25 personas. En la madrugada del 2 de diciembre de 1956 desembarcaron en Playa Colorada. Sobreponiéndose a la naturaleza inhóspita y a la persecución, solo doce lograron llegar a la Sierra Maestra, dando inicio a la guerra de guerrillas que llevó al triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.
Cuba, uno de los países más agredidos, no solo ha aportado a América la obra social, sino que también ha respaldado la lucha contra el neoliberalismoEl 26 de julio fue un acontecimiento histórico necesario. Porque sin el fracaso del Moncada no hubiera existido la prisión, el viaje a México, la expedición del Granma, la guerra de guerrillas, la toma del poder. Por eso es considerado el “Día de la Rebeldía Nacional”.
Cuba es hoy un país que se ha ganado el respeto y el cariño del mundo. Su pueblo, con ejemplar madurez política, ha resistido los duros tiempos que le ha tocado vivir. El cruel bloqueo genocida está siendo vencido.
Y se intensifica la acción solidaria para liberar a los cinco luchadores antiterroristas, presos políticos en las cárceles norteamericanas. Todo el mundo sabe que Cuba, uno de los países más agredidos, no solo ha aportado a América la obra social, sino que ha respaldado toda forma de lucha contra el neoliberalismo. Y contribuido a crear condiciones propicias para sociedades donde existan la fraternidad, la solidaridad y mejoren la calidad de vida de sus pueblos.
El 26 de julio es, pues, una fecha imborrable, por ser la gesta histórica que dio inicio al proceso liberador de Cuba y, por ende, al de la Patria Grande.