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El Telégrafo

Educación para una vida sana y sostenible (3)

31 de diciembre de 2011

Cada uno de nosotros podemos y debemos cambiar ya, cada instante que transcurre es más urgente que el anterior.
El principal enemigo de la humanidad y el planeta es el  ego “que es justo lo contrario de nuestro verdadero ser” y su derivado, el egocentrismo, que desde  muy corta edad nos piden,  obligan y  manipulan para que seamos y pensemos en apariencias y falsedades. Hay que ir a lo que interiormente somos en nuestro verdadero ser interior, despojándonos de las caretas y máscaras que una colonizada socialización y educación nos han impuesto.

Ninguna acción humana es neutral: nos ayuda a nuestro desarrollo o lo entorpece. La gran sabiduría se encuentra en prever las acciones que conducen a resultados positivos a largo plazo. Las conductas inconscientes, inmaduras, irresponsables y de extrema ignorancia tienen impactos insostenibles en lo personal, social y ambiental. Hay expresiones populares que reflejan el problema, tales como: “Pan hoy, hambre mañana”, “Lo importante es la ventaja económica en el presente, el impacto de destrucción ambiental a futuro no me importa, ya no estaré vivo”, “No me importa que la comida me haga daño,  de algo me moriré”, etc.

Todos los seres humanos, sin excepción, debemos preguntarnos: ¿En qué medida mis pensamientos, expresiones verbales y acciones me afectan y también a los demás? ¿En qué medida los mensajes y conductas de los demás me hacen daño? ¿Considero ofensivo a mi  integridad y dignidad las expresiones de determinada persona y grupo social? ¿Cuáles  acciones deforman mi identidad personal, cultural, nacional y regional? ¿Son respetados mis derechos como ser humano? ¿Contribuyo a conservar el medio ambiente? ¿En qué medida los productos poco eficientes afectan a mi salud, mi economía y medio ambiente? ¿Soy consciente de los daños ocultos de la propaganda comercial?

¿Me considero una persona ahorradora? ¿Considero que  mientras más compro objetos, soy más importante?  ¿Me importan los alimentos sanos? ¿Soy consciente de la contaminación de los alimentos? ¿Conozco los grados de contaminación de los artefactos y utensilios que utilizamos diariamente en las viviendas? ¿Importan las emisiones de dióxido de carbono que están afectando al planeta? ¿Participo en veedurías y auditorías para salvaguardar la vida y la salud de las personas? ¿Considera que es urgente reducir el ritmo del consumismo? ¿Está de acuerdo con lo que dijo Benjamín Franklin: “Quien gasta menos de lo que gana, ha descubierto la piedra filosofal”?

Si tomamos conciencia  de lo que nos destruye, comienza la eliminación del ego.

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