Publicidad

Ecuador, 23 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Ecuador y los derechos humanos

30 de mayo de 2012

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en su examen periódico universal, entregó al país 67 recomendaciones; 3 fueron rechazadas, 3 acogidas y del resto el Gobierno ha informado que se encuentra en marcha, con gran reconocimiento popular e internacional, como ocurrió en la propia Ginebra con la mayoría de los 75  miembros del organismo.

Los grupos de poder local y sus alcahuetes y protectores del exterior insistieron en el tema de la “libertad de expresión”. Fue categórica la respuesta. En el Ecuador se la respeta y se busca su ejecución plena, para que el pueblo tenga acceso a la información veraz, completa y oportuna, que no haya impunidad por las calumnias y la tergiversación, que exista la responsabilidad ulterior de los medios. Es lo que no quieren ciertos mentirosos, que han sido sistemáticamente desmentidos, son ellos los que todos los días insultan.

Sobre la protesta social. Justo por ella, la Revolución Ciudadana es una realidad, y su gobierno responde a las demandas históricas de los sectores organizados y sus luchas, entre ellos los trabajadores, indígenas, campesinos y sectores marginales, que responsablemente aportaron a los avances que se están dando.

Por ello, la Constitución impulsada por el Gobierno y apoyada por el pueblo condena la discriminación, respeta los derechos sociales, colectivos, laborales y políticos. La criminalización es un cuento, lo que se frena son los abusos y las acciones conspirativas.

Provoca indignación el afán del poder oligárquico de culpar al Gobierno de irrespetar  los derechos humanos. Es una posición mentirosa y cínica, llena de hipocresía, pues justo han sido ellos, en el marco del sistema capitalista, con sus gobiernos los que históricamente los han violado. Las estadísticas y la vida lo han demostrado.

Desde las estructuras de propiedad y concentración de la riqueza y del ingreso han mantenido a las masas populares  sobreviviendo en la más espantosa miseria, desempleadas, reprimidos si son vendedores ambulantes, con elevados índices de morbilidad, desnutrición y mortalidad, especialmente infantil, sin seguridad social, sin vivienda, analfabetas, sin acceso a la justicia, con escuálidos derechos laborales, políticos logrados con sacrificio y luchas. Una masa indígena esclavizada por el viejo poder terrateniente clerical, sin derechos políticos, con represiones y crímenes de Estado, en todos los tiempos.

Han depredado la naturaleza. Todo en un marco de entrega del país, sus recursos y soberanía a las transnacionales y sus matrices imperialistas.

¿De qué derechos humanos pueden hablar? Lo que buscan es desprestigiar al Gobierno, desconocer sus logros, mentir sobre el proceso político que  está cambiando el cuadro social histórico deprimente que dejaron, frente al cual el pueblo siempre luchó, logrando conquistas.

Indigna la coincidencia política de la gran prensa, banca, partidocracia y  voceros del imperio con ciertos dirigentes de “izquierda” y la Conaie.  ¡Qué vergüenza!, por una ciega oposición al Gobierno se unen con los tradicionales explotadores y verdugos.

La condena popular es evidente. La historia los ubicará como traidores a las clases populares.

Contenido externo patrocinado