Un novedoso acontecimiento acaba de suceder en nuestra patria. Tres jóvenes mujeres asumieron el liderazgo de la Asamblea Legislativa, integrada por cincuenta y cinco mujeres, de ciento treinta y siete curules. “La Revolución se radicalizará”, expresó su presidenta, Gabriela Rivadeneira, en el acto de posesión.
Es que, el actual Gobierno tiene el mérito de haber comprendido el papel de las mujeres en el cambio social, y el pueblo, haciéndose eco de aquel sentimiento de carácter ideológico, las eligió abrumadoramente.
Las mujeres de nuestra generación nos sentimos orgullosas de ellas. Pues aquello lo hemos logrado gracias a nuestra lucha: contra el colonialismo, por nuestra independencia nacional, contra el neoliberalismo y por nuestras propias reivindicaciones. Largo el camino, y no ha sido de rosas.
La Revolución Ciudadana ha mejorado sustancialmente las condiciones de vida de las ecuatorianas, pero todavía
falta mucho por hacerMuchas participaron activamente en las rebeliones contra los conquistadores españoles y por la independencia nacional, siendo Manuela Sáenz la patriota más representativa. En la Revolución Liberal Alfarista, no solo abrazaron el ideario liberal radical sino que algunas participaron en combates, como las guarichas. Muchas trabajadoras organizaron los comités femeninos “La Aurora” y “Rosa Lexemburgo”, que jugaron un papel trascendental en la huelga del 15 de noviembre de 1922. Así mismo, grande fue el aporte femenino en la Revolución del 28 de mayo de 1944.
En 1966 nace la Asociación Jurídica Femenina de Guayaquil. Bajo su dirección y nuestra acción unitaria, logramos las reformas legales de 1989, que mejoraron sustancialmente la condición jurídica de la mujer casada. Logros muy importantes fueron la creación de las comisarías de la Mujer y la Familia (1994), la Ley contra la Violencia a la Mujer y a la Familia (1995), y la Ley de Amparo Laboral de la Mujer (1996-97).
Fue el gobierno del Ab. Jaime Roldós A. el que por primera vez designó a mujeres en dignidades públicas consideradas de exclusividad femenina. La única mujer que ha ejercido la Vicepresidencia de la República y por pocos días la Presidencia, fue la Dra. Rosalía Arteaga, con el respaldo del movimiento femenino nacional, en los sucesos de febrero de 1997.
Como vemos, la participación femenina en los cargos públicos era mínima. En lo demás, fuimos las mujeres, principalmente las madres, las que sufrimos los rigores del neoliberalismo y batallamos contra las políticas de los gobiernos de los empresarios y de los banqueros.
Por eso estamos conscientes de que la Revolución Ciudadana ha mejorado sustancialmente las condiciones de vida de las ecuatorianas, pero aún falta mucho por hacer. La violencia de género se ha intensificado. De igual forma, no se reconoce el trabajo del hogar como un trabajo social remunerado. La lucha pues, continúa. Además, por la construcción del nuevo modelo de desarrollo, igualitario y de bienestar que está en marcha. Y por la unidad latinoamericana.
Felicitaciones a las compañeras asambleístas. Les deseamos buena salud. Con la convicción de que su accionar impulsará a las presentes y futuras generaciones femeninas a realizar los cambios necesarios hacia el logro del Buen Vivir, donde hombres y mujeres alcanzarán su liberación definitiva.