Publicidad

Ecuador, 29 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Dos viernes negros

06 de diciembre de 2013

Luis Herrera Campins gobernó Venezuela desde el 12 de marzo de 1979 hasta el 2 de febrero de 1984. Fue miembro fundador del Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), conocido también como Partido Socialcristiano.

Durante la administración antisocial y mal cristiana de Herrera Campins, el endeudamiento con el FMI y el Banco Mundial fue agresivo. En 1983 la deuda externa llegó a 25.000 millones de dólares. Esta situación obligó a que el Banco Central de Venezuela se declarara insolvente en febrero de ese año, situación que desató una de las crisis financieras más graves de su historia.

El viernes 18 de febrero de 1983 el presidente Herrera devaluó la moneda y dictó varias medidas de control para el cambio de divisas. El bolívar pasó de 4,30 a 7,50 por cada dólar estadounidense. Fue una devaluación del 42%. Estas medidas, que se tomaron en el “viernes negro venezolano”, produjeron tres fenómenos negativos para el pueblo: especulación cambiaria, acaparamiento de mercancías y alimentos, e inflación.

La burguesía usurera (a la que Herrera obedecía sumisamente) se dio cuenta rápidamente de que podía enriquecerse más, comprando y revendiendo dólares; escondiendo alimentos y mercancías, para crear escasez ficticia y forzar la subida de los precios. ¡Gran ‘negocio’! Mientras tanto, el pueblo empobrecía cada día más.

En 1983 –paradojas de la historia– se conmemoraron 200 años del natalicio del Libertador Simón Bolívar. Los socialcristianos recordaron al Padre de la Patria castigando duramente al pueblo venezolano.

Las devaluaciones del bolívar se convirtieron en el ‘negocio del siglo’ para las élites. Entre 1983 y 1998 la moneda se depreció en 13.000%. Fue un golpe demoledor para las mayorías, que pasaron a niveles de pobreza y miseria nunca antes vistos.

Estos acontecimientos hacen que la llamada Cuarta República sea situada en el lugar que le corresponde: nefasta para los intereses populares, excelente para los negocios de las élites especuladoras.

No obstante los hechos señalados, todavía andan por allí los opositores a la Revolución Bolivariana, que han declarado la guerra económica al gobierno presidido por Nicolás Maduro.

Son los que añoran los latrocinios de la Cuarta República y quieren repetirlos. Son los que se quedaron sin títeres en Miraflores.

Por otro lado, el viernes negro que se inventaron los comerciantes estadounidenses -según la página web Black Friday Death Count- registra 4 muertos y 88 heridos.

De acuerdo a cifras de la Oficina del Censo, hay 46 millones de pobres en Estados Unidos. Probablemente, solo fueron espectadores de la locura mercantilista.

El viernes negro para el pueblo venezolano se mantuvo durante 16 años.

En el segundo acontecimiento, la más grosera expresión del consumismo masivo puede durar un día. O puede permanecer todos los días de la vida.

Lo lamentable es que, en los dos casos, los mercaderes son los protagonistas.

Contenido externo patrocinado