El BCE aprobó la compra de deuda de corto plazo, para aliviar la presión de los mercados financieros que aumentaba el costo del endeudamiento español y de otros países, por factores especulativos, incrementando el gasto presupuestario y generando incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno para superar la crisis. Pero este auxilio tiene una condicionalidad impuesta por los fondos de estabilidad de la UE, que se incluye la solicitud de rescate, la aplicación de un programa de ajuste macroeconómico o una línea de crédito con condicionalidad reforzada, además de las medidas que imponga el FMI, que hará el seguimiento de la aplicación de estos.
En el IIT/12, la tasa de crecimiento cayó 1,3%, en relación al trimestre anterior (por cuarto trimestre consecutivo), la tasa de desempleo alcanzó 24,6% (de cada diez 4 están desempleados) y la tasa de inflación anual de Julio llegó a 2,2%.
La contracción de la demanda, por la caída del consumo e inversión, no compensada por el aumento de la demanda externa, agrava el deterioro económico, explicado por las medidas de ajuste y la retracción de la demanda interna. La recesión y el nuevo ajuste provocaría una caída de los ingresos públicos dificultando alcanzar la meta del déficit fiscal del 6,5% para este año.
El Gobierno solicitó a la UE un salvataje bancario por 100.000 millones de euros y espera que las auditoras contratadas determinen, en septiembre de este año, las necesidades de recapitalización de bancos y cajas. Pero la situación de estas continúa agravándose. En efecto, en julio/12 el retiro de depósitos por parte de los inversionistas (dos terceras partes) y clientes (un tercio) llegó a 74.000 millones de euros que representó una disminución de 4,6% y ocurre por cuarto mes consecutivo. Estos datos muestran la falta de confianza y nerviosismo de los depositantes por la crisis del sistema financiero.
Para agravar la situación, la Comunidad Autónoma (CA) de Cataluña ha pedido 5.000 millones de euros de rescate financiero. Esta ha solicitado al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), creado por el Gobierno, un crédito para poder pagar sus deudas. Para acceder a este, Cataluña tiene que presentar un plan de ajuste con metas del déficit y deuda comunitaria y una tabla de amortización que estipula los pagos de capital e intereses. La Comunidad Valenciana va a pedir un rescate de 4.500 millones de euros y de ahí le seguirá Murcia y Andalucía. Las dos primeras CA utilizarán la mitad del fondo de rescate, que tiende a agotarse.
En fin, la situación se agrava por la recesión, el salvataje bancario, rescate de las comunidades autónomas y no cumplimiento de la meta del déficit fiscal. Esta situación obligó al Gobierno, además del salvataje bancario, a solicitar otro rescate parcial para impedir la quiebra del país.
El nuevo ajuste y reformas estructurales generarán mayor deterioro social en la población, que paga la crisis y los rescates, sin afectar a banqueros y políticos, causantes de la misma.