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El Telégrafo

Desmond Tutu

04 de septiembre de 2012

Se cierran las investigaciones sobre violación a los derechos humanos practicadas por la CIA sin que nadie reciba sanción. La denominada “guerra contra el terror” que George W. Bush, ex presidente de los Estados Unidos, en connivencia con otros Estados, desató en el mundo entero, arrestando arbitrariamente a muchos inocentes, torturando a supuestos terroristas, quedará en la impunidad.

Guantánamo en Cuba, Bagram en Afganistán, son centros de detención donde se han practicado todo tipo de violaciones, sin juicios justos y utilizando la tortura como método. Obama, el primer presidente afroestadounidense, prometió cerrar la ignominia de Guantánamo. Más de dos años sin cumplir esa promesa echan tierra a la supuesta preocupación por los derechos humanos de ese gobierno.

Pero hoy se ha levantado nuevamente la voz de Desmond Tutu, Nobel de la Paz en 1984, luchador incansable contra el apartheid, comprometido con todas las causas nobles que defienden los derechos de los más vulnerables y oprimidos. El obispo Tutu exige que se juzgue a Blair y Bush por la guerra contra Irak.

En el mundo actual no han parado las guerras, las invasiones y cruentos golpes de Estado. “Los que en ese entonces eran líderes de EE.UU. y Reino Unido fabricaron el escenario para comportarse como matones de patio y antagonizarnos a los demás. Nos llevaron al precipicio donde nos encontramos ahora; con el espectro de Siria e Irán ante nosotros”, sentencia Desmond Tutu.

Las cifras de muertos y heridos son aterradoras: Tutu denuncia que el año pasado murieron en promedio 6,5 personas al día en Irak. Son ya 110.000 iraquíes los muertos desde 2003 y millones debieron desplazarse. Para finales del año pasado eran 4.500 los soldados estadounidenses muertos. Para Tutu, todos estos argumentos son suficientes para enjuiciar a Bush y Blair ante la Corte Penal Internacional de La Haya. “Los responsables de estos sufrimientos deberían recorrer el mismo camino de algunos de sus pares africanos y asiáticos”, pero Tutu también se lamenta de la diferencia de criterios a la hora de juzgar a líderes occidentales y africanos.

Y después nos vienen con sus lecciones de moral, recorren ciertas partes del mundo condenando solo a los que ellos consideran sus enemigos. El mundo no descansará en paz mientras esta hipocresía y doble estándar sea la norma. WikiLeaks ayudó a desvelar buena parte de este perverso comportamiento, corrió tantos velos, solo hay que padecer ceguera, o ser acólito de tanta demencia, para no entender la importancia del asilo a Assange.

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