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El Telégrafo
Nancy Bravo de Ramsey

Descuido municipal

01 de abril de 2014

Durante la tarde y la noche del miércoles 26 del recién concluido  marzo, cayó sobre la ciudad una copiosa lluvia acompañada de vientos huracanados, provocando  inundaciones en diversas calles de la ciudad. Entre los sectores anegados se veían ciertos tramos de la Avenida del Bombero, por lo cual los vehículos avanzaban muy lentamente, como consecuencia de los embotellamientos que se produjeron. El automóvil Kia Carens, en el que viajaban Gabriel Burbano Parodi, su cónyuge Sofía De Rubira de Burbano y el joven hijo de ambos, Gabriel, avanzaba muy lentamente camino a la vía a la Costa.  Los tres iban impacientes por llegar a su casa.

Eran aproximadamente las seis y media de la tarde cuando los ocupantes del Kia sintieron un fuerte golpe sobre sus cabezas y un escandaloso ruido extraño y preocupante. De pronto se vieron casi inmovilizados en sus asientos. Un pesado árbol de eucalipto, de entre 4 o 5 toneladas -supieron más adelante-, había caído sobre su carro cuando pasaban por un pequeño parque recién regenerado, ubicado aproximadamente a la altura de la gasolinera PDV, cerca del Riocentro Los Ceibos. Las dos puertas delanteras del destruido vehículo se habían trabado y entonces, con ayuda de su hijo, reclinaron los asientos y gateando pudieron abandonar el carro utilizando una de las puertas traseras.

La tan proclamada exitosa administración del Municipio de Guayaquil no es tal. La Alcaldía falla en aspectos importantes en la vida de los porteños.Luego de media hora de haberlos llamado en busca de auxilio, llegaron al lugar los bomberos, la Policía y miembros de la Municipalidad y de la Comisión de Tránsito del Ecuador. Liberar al carro de su prisión bajo el tronco y las ramas del gran árbol de eucalipto tomó cerca de 4 horas, con ayuda de una plataforma y una pequeña motosierra. Al momento de escribir este artículo, Sofía de Burbano usa un collarete terapéutico que le alivia en algo los dolores de su cuello. Y su carro, que todavía no estaba asegurado, se encuentra destruido. ¿Quién se responsabilizará por las dramáticas consecuencias de este hecho lamentable? El árbol, que pertenecía a las áreas verdes del Municipio, ¿acaso fue cuidado e inspeccionado su estado cada cierto tiempo, como debería haber sucedido con todos los árboles que se encuentran en los parques y avenidas de la ciudad? ¿Cumple o no sus responsabilidades el Departamento de Mantenimiento y Preservación, perteneciente a la Dirección de Áreas Verdes y Parques del Concejo Cantonal? Una funcionaria de la Municipalidad le explicó a un miembro de la familia afectada que debía dirigirse a la Vicealcaldesa de la ciudad, a fin de presentar cualquier reclamo; mientras que un vigilante de la CTE le explicó también que este asunto le corresponde atender al  Municipio.

Al parecer, los árboles de eucalipto no son propios para sembrarlos dentro de las ciudades. Quizás por esta razón, en Quito, los han sacado de calles y parques, a fin de prevenir  cualquier accidente. Como se ve, la tan proclamada administración exitosa de la Municipalidad de Guayaquil no es tal. La Alcaldía de nuestra ciudad falla en algunos aspectos que son importantes en la vida de los porteños, como el irrespeto a los derechos de los vendedores ambulantes, que son permanentemente perseguidos por los policías metropolitanos, quienes, a la par de propiciarles dolorosos castigos físicos a estos trabajadores, les quitan su mercancía, provocando con esto un serio drama para miles de familias de sectores populares; a los sectores suburbanos no se les da la atención debida, con lo cual se agrava la existencia de las familias de escasos recursos. Y estos son tan solo unos pocos ejemplos de las falencias municipales, que desmienten la tan proclamada administración exitosa de la Municipalidad de Guayaquil.

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