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El Telégrafo
Gustavo Pérez Ramírez

Decenio que nos convoca a todos

11 de enero de 2015

Como humanos, todos somos africano-descendientes, provenientes de una misma mujer africana, compartimos una única raza, con solo diferencias del color de la piel, nacidos iguales en dignidad y derechos, así que todos debemos sentirnos concernidos con el Decenio Internacional de los Afrodescendientes, 2015-2024, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, además de avergonzados de que las múltiples condenaciones contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, año tras año, y durante 2011, Año Internacional de los Afrodescendientes, no hayan bastado para erradicar tanta infamia.

De ahí que se tenga que proclamar todo un Decenio Internacional de los Afrodescendientes bajo el tema ‘Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo’.

En el decreto de proclamación, la ONU reafirma tajantemente que todas las doctrinas de superioridad racial son científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas y deben rechazarse, al igual que las teorías con que se pretende determinar la existencia de distintas razas humanas.

Y si bien reconoce que no se parte de cero, pues ha habido esfuerzos e iniciativas emprendidas por los Estados para prohibir la discriminación y la segregación y promover el goce pleno de los derechos económicos, sociales y culturales, así como de los derechos civiles y políticos, millones de seres humanos siguen siendo víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, incluidas sus manifestaciones contemporáneas, algunas de las cuales tienen formas violentas.

El objetivo principal del Decenio Internacional consiste en promover el respeto, la protección y la realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de los afrodescendientes, como se reconoce en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Se ha establecido un detallado Programa de Acción basado en la  Declaración y el Programa de Acción de Durban, que generó ciertos cambios a escala mundial. Y en instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos.

Confiamos  en que la causa afroecuatoriana sea atendida hasta darle solución. Que en Ecuador se tome en serio el decenio, dándole una inauguración apropiada, para que todo el país se entere de los objetivos.

Ecuador debería ir a la cabeza en la región  en lograr que los afrodescendientes disfruten a plenitud de sus derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos y participen plenamente y en igualdad de condiciones en todos los ámbitos de la sociedad, como se propone para todo el mundo. Hay legislación favorable en la Constitución de Montecristi de 2008, Art.56-60, donde se declara al Ecuador estado plurinacional y pluricultural; hay un Consejo Nacional para la Igualdad del Pueblo Afroecuatoriano, y sobre todo, una comunidad afrodescendiente en proceso de organización, con programas propios, que reclama su territorio ancestral para su autonomía étnica y se moviliza colectivamente para lograr sus derechos a la inclusión social.

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