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El Telégrafo

De neurocientífico a asesino en serie

24 de julio de 2012

El psiquiatra del Ejército estadounidense Maj Nidal Malik Hasan realizó un tiroteo en Fort Hood, Texas, en noviembre de 2009, hiriendo a 29 personas y matando a 13. El jueves pasado, en un cine de Aurora, suburbio de Denver, Colorado, que estrenaba la nueva película de Batman, el neurocientífico James Holmes asesinó a 12 personas y dejó heridas a 50.

Cómo entender a Maj Nidal Malik Hasan, que estudió para prevenir, evaluar, diagnosticar, tratar y rehabilitar a las personas con trastornos mentales y asegurar la autonomía y la adaptación del individuo a las condiciones de su existencia.

Y a James Holmes, que luego de graduarse con honores en Neurociencia en 2010 por la Universidad de California, buscó su doctorado en 2011 en la Universidad de Colorado, para estudiar el sistema nervioso, los avances de la comprensión del pensamiento humano, las emociones y el comportamiento. ¿Cuáles fueron sus razones para convertirse en asesinos seriales?

Nadie quiere asumir su parte de culpa. El Departamento de Defensa se apuró en informar que Holmes no ha servido en las fuerzas armadas, para desligarlo de Malik Hasan. Y quienes apoyan la venta de armas miraron para otro lado al enterarse de que Holmes compró las armas que usó para matar en los lugares que las venden libremente, sin ningún  requerimiento especial, igual que si vendieran libros, flores o gaseosas.

El ataque de James Holmes genera interrogantes respecto a si existe una conexión con la película o el personaje Batman. El viernes pasado, en México, el escritor de cómics Fred Van Lente, en una entrevista con The Associated Press, dijo: “Simplemente no puedo estar de acuerdo con eso. No creo que nada pueda detonar la violencia, excepto el  deseo de alguien de hacer algo violento. Sonará trillado, pero es verdad. Si los cómics detonaran violencia tendríamos tiroteos todo el tiempo”. ¡Que bárbaro!

No es trillado ni es verdad. Sencillamente es torpeza lo afirmado por el señor Van Lente. Contradice la confusión que varios sobrevivientes manifestaron,  porque en el momento en que Holmes atacó, parecía estar imitando lo que ocurría en la pantalla.

Van Lente está defendiendo su fácil medio de vida. Ayudado por una publicidad voraz, resulta muy rentable escribir disparates en una sociedad consumista. Hay dinero suficiente hasta para ir disfrazados con atuendos de los personajes, a los estrenos nocturnos de la nueva película del misógino millonario  que ansía ser murciélago.

“El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido.

En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar”, escribió Eduardo Galeano. Quienes preferimos experimentar horror y piedad con Sófocles; o recorrer la vida de los Césares, de la mano de Suetonio, ¿qué podemos perder si no vemos películas de Batman?

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