Ignorada por la gran prensa, del 28 al 31 de mayo se cumple la I Jornada de Intercambio y Conocimiento Tecnológico de la Salud entre Ecuador y Cuba, dirigida a consolidar los nexos existentes entre los dos países, afianzando la cooperación y aprendizaje mutuos. Aunque la verdad sobre el desarrollo científico de la isla se ha impuesto para la mayoría, hay lugar para el asombro ante los avances investigativos en el campo de la genética y la biotecnología, y su aplicación en la medicina. La atención de la salud en ese país ha alcanzado notables éxitos, reconocidos por la OPS y la OMS.
La invalorable colaboración cubana se extiende a 60 países, en donde laboran 39 mil profesionales de la saludEs ya larga la historia de la ayuda solidaria cubana al Ecuador, brindada al margen de consideraciones políticas. Desde el envío de técnicos para fumigar sectores depauperados, para el control del dengue; la entrega de miles de becas a estudiantes para su formación médica en Cuba, donde hoy cursan su carrera 1.400 ecuatorianos; la Operación Milagro, a través de la cual profesionales isleños han devuelto la vista a 130 mil compatriotas, en las tres clínicas oftalmológicas que operan en el país; hasta la colaboración de 320 especialistas en la Misión Manuela Espejo, dirigida por el exvicepresidente Lenín Moreno, cuya acción tiene ya caracteres legendarios.
Posiciones ideológicas y presiones han impedido un mayor contacto, lo que está superándose actualmente con actividades como las que se desarrollan dentro de la I Jornada, a la que concurren como actores principales los ministerios de Salud de Cuba y Ecuador. Se trata de mostrar los mejores logros alcanzados por cada país, para “compartir lo que tenemos, en función de construir un mundo mejor”, como dijera Fidel.
Se han socializado algunos productos cubanos: vacunas contra el cáncer de pulmón y la hepatitis B, la inmunización pentavalente para niños, la elaboración de medicamentos como Vidatox, procedente del veneno del alacrán azul para la lucha contra el cáncer; el Heberprot-p, que controla eficazmente las úlceras del pie diabético, que nuestro Ministerio de Salud ha puesto al alcance de los pacientes; y muchos otros, obtenidos en los laboratorios de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIBT) y Labiofam.
La invalorable colaboración cubana se extiende a 60 países, en donde laboran 39 mil profesionales de la salud. Cuenta con especialistas a nivel mundial, que entregan su ayuda desinteresada y solidaria a quien la necesite. Nuestra gratitud por este intercambio fructífero.