La decisión de recortar el gasto fiscal y de incrementar los impuestos, pese a su promesa de campaña, de parte del presidente español Mariano Rajoy, deja entrever que habrá una disminución drástica en las importaciones europeas. De igual forma, la crisis americana, así como los pronósticos de disminución en los crecimientos de los países asiáticos, constituyen signos para una desaceleración de las economías latinoamericanas.
Otros dos efectos de la crisis es el elevado desempleo en Europa, que hará que nuestros compatriotas emprendan un camino de retorno, lo cual provocará mayores demandas de empleo; y por otro lado, las remesas de nuestros compatriotas seguirán a la baja, tal como se registró en el segundo semestre de 2011.
Al Ecuador le tocará enfrentar la crisis en medio de una coyuntura favorable, esto es una economía en franco crecimiento, si bien el crecimiento económico del país para 2012 se desacelerará en relación a 2011, seguirá registrando un crecimiento importante del 5%.
La disminución de nuestras exportaciones a Estados Unidos y Europa tendrá que ser compensada con el fortalecimiento en las relaciones comerciales con la región. Las declaraciones del presidente de Colombia al expresar la intención que las importaciones que realiza su país deberían ser sustituidas por importaciones provenientes del Ecuador nos dan la pauta del camino a seguir; así mismo, la decisión del Ecuador de fortalecer la CAN y de ingresar
en Mercosur ratifica la estrategia gubernamental.
Otra estrategia que se observa de parte del régimen es la de proteger los ingresos de los más pobres, como el de la clase media, para así mantener una demanda interna robusta, que garantice el incremento del consumo y la capacidad de compra de los hogares ecuatorianos; el reto será el atar la demanda interna a los programas de transformación productiva y a la política de sustitución de importaciones.
La política de economía popular y solidaria apuntará a crear emprendimientos de oportunidad, que permitan crear actividades económicas productivas para disminuir el desempleo. Una política de economía popular y solidaria, que sepa enganchar con la cadena productiva a través de estrategias de asociatividad para generar economía de escala, podría ser la solución para la generación de empleo pleno y constituirse en una buena oportunidad para los migrantes que retornen al país.
El sector productivo privado deberá jugar un rol importante en el manejo de la crisis, porque deberá invertir con la finalidad de poder satisfacer la demanda interna que seguirá creciendo en medio de la crisis, y no le quedará más que entender que tendrá que coexistir con un gobierno que, pese a su visión ideológica de izquierda, ha sabido jugar perfectamente al Estado fuerte como al mercado necesario.