El eminente científico ecuatoriano Plutarco Naranjo ha fallecido. Demostró talento en múltiples campos del saber. Siendo Ministro de Salud, convocó a un concurso para elaborar un manual de nutrición que tome en cuenta nuestros alimentos y las diversas épocas de sus cosechas, para abaratar los costos. El concurso fue declarado desierto. La mayoría de la población ecuatoriana, incluidos los médicos, no sabe de nutrición. No se ingiere la alimentación adecuada con relación a la edad, la actividad principal que se realiza y las enfermedades. Todavía se dice: “puede comer o darle de comer lo que quiera”.
La actividad del estudiante es principalmente cerebral, siendo muy importante tomar en cuenta la edad.
A Sarah-Jayne Blakemore, investigadora de la Royal Society Dorothy Hodgkin, en el Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, en el año 2000 el Parlamento británico le encargó un informe sobre la educación infantil para la comisión educativa, y con Uta Frith, profesora de Desarrollo Cognitivo y directora del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, concluyeron: “Con toda evidencia, hay muchas substancias beneficiosas para la capacidad mental y el aprendizaje. No obstante, están todas presentes en los alimentos de manera natural y nada indica que haga falta ningún suplemento alimenticio si la dieta es equilibrada.
No tenemos la seguridad de que sea conveniente ingerir más de lo comprendido en una dieta adecuada que tiene un aporte suficiente de vitaminas y minerales. Parece igualmente obvio que si la nutrición es inadecuada, pueden producirse consecuencias negativas. Podemos apreciar aquí un paralelismo con el debate sobre el entorno rico y estimulante en el desarrollo temprano del cerebro. Nos consta que, en ambos casos, demasiado
poco es perjudicial, pero sabemos muy poco sobre los efectos del demasiado”.
La frase clave es “si la dieta es equilibrada”. El problema es que la mayoría de nuestra dieta es desequilibrada. Más que por falta de dinero, no ayudamos a alimentar el cerebro de nuestros escolares, por nuestra ignorancia sobre nutrición.
Algunos consejos prácticos: Beber bastante agua. Prefiramos alimentos naturales. Comamos cuatro grupos de alimentos. No comamos comida chatarra y frituras. Que los ingredientes de las comidas sean de los más diversos colores. Prefiramos las proteínas vegetales. Lo practicaba Hipócrates hace miles de años: “Que tu alimento sea tu medicina...”.