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El Telégrafo

Consejos para Europa

25 de julio de 2012

Hace poco, la izquierda griega y la francesa señalaron al gobierno del presidente Rafael Correa como un modelo a seguir para conjurar la crisis de los países europeos más vulnerables. Lamentablemente, Europa reedita el desgastado libreto para paliar la crisis: programas de liberalización neoliberales, reducción del gasto y disminución del consumo público. Estas políticas tienen a varios países, como Grecia y España, al borde de la bancarrota.

Ahora, el célebre The Guardian publica toda una columna que exalta el éxito de la experiencia ecuatoriana. La escribió la prestigiosa economista Jayati Ghosh. Ella lo dice. En efecto, se trata de un modelo. Lo cual desdice a todas esas críticas que califican a la Revolución Ciudadana como tributaria de otros “modelos” como el del “Socialismo Real”, el cubano, el venezolano, etc.

La publicación fue nada menos que reproducida por un diario local, a cuyos columnistas de opinión parece no llegarles las noticias del mundo y la resonancia que las renovadoras tesis ecuatorianas, en lo social, político, ambiental y económico, tienen en el mundo actual. Siempre nos negamos a reconocer nuestra inventiva y nuestros méritos.

Ghosh escribe: “El resto del mundo debe aprender mucho de este experimento radical”. Ecuador es una experiencia a seguir en el tratamiento de la deuda externa -a diferencia con lo que ocurre en España, en donde se adquieren nuevas deudas para pagar viejas deudas, lo que genera una espiral negativa de incalculables consecuencias-. En 2008, el Gobierno declaró que había un tramo de la deuda que era ilegítima y creó un Comité de Auditoría.

Luego, Ecuador logró una renegociación exitosa de su deuda externa, al recomprar un tramo de la misma, lo que supuso un ahorro de cerca de $ 7 mil millones. En 2006, la deuda total pública en relación al PIB fue de 24,7%, mientras que para  2011 llegó al 15,2%.

Recordemos que, a inicios de los años 2000, Brasil y Argentina ya habían cancelado por anticipado el pago de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a fin de terminar la sujeción de las políticas internas con esa entidad.

¿Cuáles son las razones del éxito ecuatoriano? Por una parte, la independencia del Estado del FMI, Banco Mundial, etc., que antes dictaminaban la política económica. Y la segunda: la independencia del Estado del poder político.

Tiempo atrás el Banco Central era coaptado por los grupos de poder y la banca. A eso se denominaba “autonomía”, cuando en realidad eran mecanismos para privatizar ganancias y socializar pérdidas.

Europa, que no puede romper el euro, atada a la Unión Europea y sin poder regresar a la época de las guerras para solventar su crisis, tiene mucho que aprender de la experiencia ecuatoriana.

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