Publicidad

Ecuador, 27 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Conozcamos el marxismo

18 de abril de 2013

Si el proyecto político de nuestra Revolución Ciudadana se propone construir el buen vivir a través del Socialismo del siglo XXI, lógicamente eso supone conocer algunos elementos teóricos del marxismo. Lo exige la dinámica de la época en que nos ha tocado vivir. La revolución tecnológica ha transformado radicalmente la fisionomía de la realidad contemporánea. Al hacerlo, no solo la transforma a ella, sino al propio ser humano. Éste ha cambiado más que la propia realidad.   

Marx creó una teoría, el Materialismo Histórico, el cual permitió descubrir la base de la vida social y las leyes que determinan su desarrollo. “No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contario, el ser social determina su conciencia”. Con estas palabras explicó que en la sociedad el ser o la producción material es lo determinante con relación a la vida espiritual.       

El marxismo surge en la primera mitad del siglo XIX, nutrido por el Socialismo Utópico Francés, la Filosofía Clásica Alemana y la Economía Política Clásica Inglesa. Sus fundadores son los alemanes Carlos Marx y Federico Engels, quienes publicaron en 1848, en Inglaterra, el Manifiesto del Partido Comunista, superando todas las concepciones idealistas y románticas que sobre el desarrollo social se tenía en aquellos tiempos. El marxismo no es un dogma. Es una guía para la acción transformadora de la sociedad.  

Según Marx, en la sociedad capitalista existen dos clases sociales fundamentales: la de los capitalistas o explotadores y la de los proletarios o explotados; y una estructura económica compuesta por las fuerzas productivas de la sociedad y las relaciones de producción. Estas últimas constituyen la base sobre la cual se levantan las ideas (políticas, jurídicas, filosóficas, religiosas) y las organizaciones e instituciones sociales (el Estado, la iglesia, los partidos políticos). De donde que, la estructura económica condiciona la super-estructura ideológica y ésta justifica a aquella y procura su supervivencia. Al cambiar la base económica se transforma toda la super-estructura. Si la sociedad está fundada en la propiedad privada, genera condiciones de desigualdad e individualismo. Si la propiedad es colectiva, generará condiciones de igualdad y solidaridad.
El marxismo persigue la formación del hombre y la mujer nuevos. Cuba es el único país latinoamericano que ha construido el socialismo.

Mas, las precarias condiciones económicas-sociales que generaron las políticas globalizadoras neoliberales desde la década de los 80 en nuestra América Latina, y la caída del campo socialista, llevaron a sus fuerzas políticas progresistas a emprender acciones combativas, algunas con miras a la toma del poder.            

El 2 de febrero de 1999, lo asume en Venezuela el teniente coronel Hugo Chávez F., quien seis años después, en el marco de la Revolución Bolivariana creó el Partido Socialista Unido de Venezuela. Su proyecto político: llevar a la práctica el llamado “Socialismo del siglo XXI”, y con éste, la democracia participativa y protagónica.

Su mentalizador ideológico fue el sociólogo alemán Heinz Dieterich, residente en México, quien actualizó la filosofía y la economía marxistas a las condiciones reales de los inicios del presente siglo.

La ética, el amor, la solidaridad, la igualdad entre hombres y mujeres, el patriotismo, son cualidades fundamentales para la sociedad en construcción.

El pueblo venezolano acaba de elegir presidente de su país a un ex obrero, líder sindical, lo que hace presumir que se radicalizará el proceso Socialista Bolivariano.

En nuestro país es indispensable conocer algunos elementos teóricos del marxismo para proyectar el futuro.

Contenido externo patrocinado