No sé cómo estén las relaciones de fuerzas, electoralmente hablando, entre el Presidente, el movimiento Alianza PAIS y la oposición. Pero pienso que (para variar) se les está dando demasiada importancia a los famosos ‘memes’ de redes sociales y otro tipo de manifestaciones que encajan en un famoso refrán: “Lo que Juan dice de Pedro dice más de Juan que de Pedro”.
Por ejemplo, a veces alguien comparte en Facebook los inspirados artículos de un blog llamado ‘Estado de propaganda’. Si siento que mi espíritu está demasiado angelical, en seguida me conecto a ese blog a ver qué dice de quien lo escribe. Para empezar, dosis infumables de amargura, a un nivel prepatológico, podríamos decir; para seguir, el blog mismo y todas sus entradas demuestran una obsesión por el presidente Correa que deja pensando: posiblemente el correísta más acérrimo no llegue a la centésima parte de la obsesión por el Presidente que se puede leer en el mencionado blog. En tercer lugar, una capacidad para el sarcasmo que afortunadamente solo está en la lengua… o en la punta de los dedos de quien firma los artículos, pues si estuviera en algún músculo más operativo tal vez algunos de nosotros ya habríamos desaparecido del planeta.
Por otro lado, los famosos ‘memes’ son eso. La fonética de su mismo nombre determina el grado de inteligencia de quien los produce y los difunde. Las madres, las abuelitas, cuando nos encontraban llorando por lo de malo que alguna otra persona había dicho de nosotras, solían secarnos las lágrimas con una fabulosa máxima: “Tranquila, mijita: hay que tomar las cosas como de quien vienen”… Y sí, porque para comenzar, los tales ‘memes’ vienen de seguro de alguien que no tiene otra ocupación en su vida. Una foto se puede trucar, un letrero se puede añadir, dentro de una funda puede no haber nada recién comprado… pero quien se dedica a armar un ‘meme’ de esa calaña y encima acordarse de una fecha en donde el presidente Correa dijo algo que se podría relacionar medio mal con la foto y la funda es alguien que, aparte de no tener nada más qué hacer debe haber obtenido en alguna de las universidades de la vida una maestría Magna Cum Laude en mezquindad con una certificación avanzada Summa Cum Laude en pérdida de tiempo.
Por lo mismo, sí entristece un poco que se le conceda tanto tiempo y tanta energía en pretender desmentir, censurar, acallar sus jocosas calumnias. ¡Como si ellas no hablaran por sí solas de sus propios autores! Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan…