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El Telégrafo

COI-FIFA, dioses y todopoderosos

27 de abril de 2012

Los dioses todopoderosos no solo están en el cielo o en el Olimpo, no. También están en el Comité Olímpico. Y en la FIFA. Y son casi intocables. Están sobre el bien y el mal. Gozan de total impunidad. Y van a las mejores fiestas. Y se alojan en los más exclusivos hoteles. Y viajan en aviones privados. Se codean con jefes de Estado, reyes y dictadores. Y reciben los más sofisticados regalos, así la carta olímpica diga que solo pueden recibir presentes que no superen los 150 dólares. De risa. 

Ser dirigente del Comité Olímpico o de la FIFA es el máximo privilegio. Se pasa lindo, se viaja a todas las reuniones (que siempre son muchas) y a todas las competencias internacionales, con trato de rey. Y nadie tiene derecho a pedir cuentas. Ni el ministro o el Presidente y peor un ciudadano común. Y ni se diga un deportista.

Y esto, precisamente, es lo que acaba de suceder con la postura del presidente del COE, Danilo Carrera. Envía una carta de queja al Comité Olímpico Internacional pidiendo se sancione a Ecuador por interferencia del Estado. Cuando solo se le pide que cumpla con lo que manda y establece la Ley del Deporte. Como bien dice el ministro del deporte, José Francisco Cevallos, cuando el Estado entrega el dinero, no es interferencia, pero cuando le pide que rinda cuentas, como manda la ley, ahí sí es interferencia. El colmo.

Múltiples son los escándalos de corrupción, tanto en COI como en FIFA, de los cuales solo unos pocos han sido sancionados. Recordemos, por ejemplo, que Agustín Arroyo representante del COI en Ecuador, fue uno de los señalados por actos de corrupción en 1999. Además, son cargos eternos. Si no es por un escándalo siguen en sus puestos casi hasta su muerte. Joao Havelange fue presidente de la FIFA por 18 años. Ingresó al COI en 1963 y renunció en 2011 (a sus 94 años) cuando las constantes denuncias, por haber aceptado sobornos, eran evidentes. Havelange renunció a su cargo y el COI archivó la denuncia. Lindo.

Es difícil concebir que un alto dirigente nacional amenace, sin ruborizarse, con que en los próximos Juegos Olímpicos los deportistas ecuatorianos clasificados desfilarán bajo la bandera del COI. Es una actitud contra la patria. Esto devela que los intereses personales y foráneos están por encima de la patria y de los deportistas, a los que seguramente juró defender.

Danilo Carrera, presidente del COE, lleva ya 15 años en su cargo. Fue reelecto por apenas 8 de las 46 federaciones nacionales. Y ahora quiere autoprorrogarse en sus funciones.

Desde 2002, el COE no reforma los estatutos. No se han creado más clubes y los otros presidentes de las federaciones son nombrados, a dedo, de modo provisional y luego se autoprorrogan. Y así el círculo vicioso, una y otra vez. Ya basta.

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